Buenos días estrellita

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Eran las 2 am y Olivia no podía dormir, talvez era su mente constantemente recordándole la linda sonrisa de Enoch, sus lindos ojos haciéndose más pequeños y sus mejillas pintándose de un ligero color rosa.

No lo sabía, pero realmente detestaba el no poder dormir y aunque era normal en ella lo odiaba.

Se sentó en su cama entre la tenue luz que daba la pequeña lámpara de aceite y miro por la ventana oscuridad pura imaginando los animales que podrían salir

Se levantó y tomo la lámpara, camino intentando no hacer ruido, abrió con cuidado la puerta de su cuarto y camino escaleras abajo.

Abrió la puerta principal en silencio y camino hacia el árbol por detrás de la casa, subió como si fuera lo más fácil del universo y apagó su linterna

Vio como ligeramente algunos objetos eran más oscuros o claros intentando identificar que era, y por muy extraño que fuera le gustaba eso, le daba tranquilidad.

—Que haces aquí Olivia— la chica casi cae por el susto pero lograron sostenerla

—Que chingados contigo— puso dramáticamente una mano en su corazón intentando hablar en un susurro —pudiste matarme del susto— le golpeó el brazo y se alejo de el

—No seas dramática Olivia

Chinga tu madre cabron

Ninguno emitió palabra pero podían escuchar las olas golpear ligeramente y algunos insectos

—Por que me seguiste?

—No es momento de hablar, solo disfruta de esto

La chica volteo a verlo y el -apesar de sentir su mirada- no volteaba, estar con ella le provocaba las muy conocidas "mariposas en el estómago", pero para el solo era el echo de convivir con alguien de otro siglo

—Disfrutar que?

—Un momento de paz, conmigo claramente, el silencio y la tranquilidad

Ella asintió y así quedó.

Un ambiente de paz, tranquilidad, silencio y sobre todo solo ellos dos

Aunque no lo dijeran estar con el otro les daba un sentimiento de tranquilidad y comodidad absoluta aunque también un poco de nervios.

El tiempo pasaba, ambos con sueño decidieron entrar a la casa, subieron a tropezones las escaleras

—Buenas noches Enoch

—Buenas noches Olivia

Ambos se miraron fijamente a los ojos y acercaron sus cuerpos casi lo suficiente como para rosarse

—Descansa— susurro la chica por la cercanía

Ambos sentían una ligera tención y tambien una ligera incomodidad como si alguien los mirara

Enoch sonrió ligeramente y con la valentía que tenía en ese momento jalo a la chica abrazándola por los hombros disfrutando del calor que daba su cuerpo y antes de siquiera dejarla procesar lo que pasaba la soltó

—Descansa Olivia

Y entro en su cuarto cerrando la puerta con cuidado.

Olivia se quedó unos minutos afuera de su cuarto procesando, cuando por fin lo comprendió sonrió y entro a su cuarto descansando con una sonrisa en la cara.

Ya por la mañana Olivia se despertó con una sonrisa tonta mientras miraba fijamente un punto recordando lo que el día de ayer había sucedido, feliz se levantó de la cama y comenzó a cambiarse y luego bajo a desayunar

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