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Lo que odiaba de que Elena fuera nueva como vampiro es que Stefan le tenía que ayudar a tener control de la sangre, animal sobre todo, el aprender a como utilizar sus ventajas de ser vampiro como la velocidad, la fuerza, el poder sobrellevar las e...

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Lo que odiaba de que Elena fuera nueva como vampiro es que Stefan le tenía que ayudar a tener control de la sangre, animal sobre todo, el aprender a como utilizar sus ventajas de ser vampiro como la velocidad, la fuerza, el poder sobrellevar las emociones al limite, esto ocasionaba que mi mejor amigo este al pendiente de ello dejándome de lado, pero sin olvidarse de dejarme algo de comer y eso lo consideraba mucho como cariño.

Me sentía cómoda mientras dormía, me envolvía entre las sabanas con una sonrisa hasta que choco contra un cuerpo, abro mis ojos viendo el lugar dándome cuenta que ya no estoy en mi casa ni siquiera en mi cuarto, giro encontrándome con la sonrisa, una grade, proveniente de Klaus.

-me levanto sorprendida- ¡¿Cómo es que llegue aquí?!

- Resulta que al invitar a Rebekah a tu casa, le pedí que te trajera aquí y eso es todo

- ¿Me trajeron en contra de mi voluntad?

- Ponlo mas como una forma para estar al pendiente tuyo como el que sientas que tienes una casa aquí. Tu habitación puede ser la mía

- Ah, mira -me levanto y es cuando me doy cuenta de lo que llevo puesto- ¿Y mi pijama?

- Te la quite -responde tranquilamente- Es mas sexy verte con mi playera

-evitaba ver la forma en que me miraba- Voy a necesitar ropa para ponerme hoy. Le voy a pedir a Rebekah alguna y espero que por lo menos tengan algo para que yo pueda comer

Me estampa con cuidado contra la pared a un lado de la puerta, en este momento es cuando noto que no lleva camisa y mi sentido común se estaba yendo al demonio, sus manos pasaron de encima de la camisa a estar tocando mi piel subiendo la tela, mi corazón comenzaba a latir con fuerza al sentir sus dedos fríos en la parte baja de mi pecho rozando.

~ ¿Qué estas haciendo? Tengo que ir a la iglesia...

- Pues podemos cometer un pecado pequeño antes o si prefieres ahí mismo -levanto mi mirada sintiendo su aliento contra mi cuello- ¿Qué estas sintiendo, amor?

- Como si sintieras cada nervio de mi cuerpo... -sus manos bajan apretando mis glúteos logrando que jade- Lo hermoso que es oírte jadear

¿Por qué no jugamos?

Bajo mis manos a su torso sonriendo coqueta, estiro el resorte de su pantalón sin quitarle la mirada de encima rozando sus labios, acaricio su rostro como su cabello antes de alejarme con una sonrisa, el me voltea a ver impactado por lo que hice.

- Deberías darte una ducha fría para eso -señalo el bulto en su pantalón- Una muy helada. Te veo después 

Salgo de la habitación con una sonrisa divertida buscando la que le perteneciera a Rebekah, en una puerta se encontraba una nota que decía que ahí podía encontrar lo que necesitara, entro dirigiéndome a la ducha comenzando a tallar mi cuerpo con el jabón tranquilamente hasta que unas manos empezaban a acariciar mi cuerpo. Un pecho desnudo como el resto del cuerpo estaba pegado a mi espalda, recargo mi cabeza en su hombro soltando leves suspiros al sentir sus dedos en mi entrada estimulándome.

The Vampire Diaries: Alexa Gilbert [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora