The Vampire Diaries: Alexa Gilbert [4]

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Mi felicidad era enorme por volver a ver a Kol y saber que si se quedaría me hacía el día, me levanto de mi cama yendo a la cocina por algo de comer, en todo el día no comí nada y al asegurarme de que Jeremy estaría bien Kol aprovecho en distraer mi mente con llevarme a la casa Mikaelson dejando que descansara a su lado en la sala mientras me contaba una anécdota de su larga vida.

Muchos podrían decirme que soy una maldita perra por amar a dos hombres que son hermanos y son inmortales, pero la verdad es que me vale un demonio porque tanto Klaus como Kol han hecho cosas estúpidas, pueden llegar a ser los villanos en las historias de mis conocidos cuando en la mía han sido las personas mas confiables, leales, amables, cariñosas, todo lo contrario que si me dijeran que cambiaría de mi pasado como el conocerlos, no lo haría porque ellos y Stefan me han salvado de mi misma.

Me preparaba un café en lo que terminaba de calentarse una comida en el microondas que encontré en el refrigerador, al tener esa parte lista de la comida me la empecé a tragar dejando la leche se impregne completamente en el café. Pasos apresurados se escuchan bajar de las escaleras llegando a la cocina, Elena abre el refrigerador una vez que saca un vaso en el cual sirve la leche y la calienta, creo que ni se ha dado cuenta de mi bella presencia.

- Se dice buenas noches, grosera -ni me mira- ¿Elena? Si esta es tu forma de te ignoro porque confiaste demasiado en un original para curar de nuestro hermano y buscara una forma de cobrársela, te esta quedando demasiado mal

Ella gira asustada en dirección a la puerta y su expresión cambia como si nada fuera, creo que a alguien ya se le zafo un enorme, pero gigantesco, tornillo.

~ Elena, ¿qué pasa? -vuelve a asustarse por el microondas- Ya me canse de esto. No seas una infantil y dime las cosas a la cara. Como por ejemplo de que deje que hipnotizaran a Jeremy o que no te comente nada respecto a la cura, pero no es nada del otro mundo como tu lo has hecho y sin mi...

- No estas aquí -al fin habla, pero me miraba asustada- Estoy soñando

- ¿Soñando? ¿Acaso la sangre que bebiste en el día estaba echada a perder o qué?

- Porque yo te...

- ¿Tu qué?

- Porque estas muerto

- Vaya, si que estas demente porque en primer lugar soy mujer y por ende la terminación debería ser femenino. En segundo lugar, opino que deberías ir a un psicólogo porque no me estas dando respuestas concisas y como tu me dijiste esa vez que iba a ir por primera vez, la gente loca va con loqueros porque se necesitan mutuame...

- Ya entendí, eres un fantasma. Eso eres. Eso es lo que esta pasando

- Creo que recordaría saber como morí para ser un fantasma

- Jeremy. ¡Alexa! ¡¡Jeremy!! -su actitud me extrañaba- Estoy alucinando, me acosas. Me acosas

- Ni exageres. No eres tan bonita y que asco -al tratar de sostener su mano ella me aleja- ¡Perra! ¡¿Qué demonios te...?!