Cap. 6

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Sea cual fuese la razón se paró en un restaurante de comidas rápidas, sabía que no me gustaba mucho la comida grasosa, pero ahora estaba comiendo fuera del auto una hamburguesa, ja, no sé qué pasaba por la mente de Connor pero este comportamiento desde luego no iba con él, la fachada de aquel lugar demasiado opuesto a su entorno diario y más la gente que lo saludaba, aun así disfrute mucho ese momento:

- El restaurante, es de un amigo y siempre paso cuando no tengo trabajo – señalo al ver mi cara de confusión.

- Oh, sí, lo siento no paso mucho por aquí, y no me habia fijado en el.

- Bueno, veo que aún no te acostumbras a la comida rápida ¿verdad?

- Tu qué crees – dije levantando el vaso de gaseosa, lo cierto es que si me gustan ese tipo de comida pero me da miedo volver a mi antigua yo, de primaria con unos cuantos kilos de más y con miradas criticándome por ello.

- Es hora de regresar, vamos.

Mientras pasábamos por las calles me di acorde de algo que nunca me atreví preguntarle a Connor, su grupo de amigos era muy limitado frente a su padre solo rodeado del grupo de mi hermano pero, ciertas veces lo he notado con personas distintas a ellos. Así que cierto día pregunte por ello aunque no recibí la respuesta al momento, luego en otra ocasión porque no solo esa vez habíamos coincidido en la biblioteca fueron demasiadas veces y en uno de ellas me conto todo; su padre nunca habia sido cercano más bien era una figura lejana que siempre estaba lejos para él, la relación de sus padres fue un desastre mientras estaban juntos peleas por aquí y por allá, hasta que un día su madre se fue no aguantando la vida que llevaba. Ese día fue el más triste de su existencia la única persona que estaba cerca de él acompañándolo lo habia abandonado.

Así que decidió hacer algo a los 10 años de edad cansado de su padre y la soledad que se encontraba, "escapo" y si no fuera por los investigadores que contrato su progenitor jamás hubiera vuelto, aunque lamento profundamente lo que les sucedió a las persona quienes lo acogieron en las calles, la mayoría fueron presos, pero no se arrepintió de haber huido de casa porque paso acompañado de las personas más humildes y solidarias que conoció, también habían dejado en el enseñanzas de vida y un familia de verdad, aun los veía y también los visitaba.

- Y ¿bien? – me habia dejado tan atónita por debelar ese gran pedazo de su vida que solo pude mirarlo por un buen rato, en realidad no sabía que decirle – no quiero que me tengas lastima si te conté esto fue porque ya deje atrás a mi niño de diez años, mejor haz de cuenta que no paso.

- Pero paso, ¿cierto? De acuerdo, pero quiero que sepas que no me das lastima solo es algo muy tuyo que no lo vi venir. ¿puedo preguntar más?

- No, ya eso es todo lo que puedo contar, y por favor guárdalo por mi ¿quieres?

- De acuerdo.

Pasamos buenos momentos juntos compartiendo esos días, y fuimos acercándonos cada vez más, contándonos todo lo que llevábamos guardado. 

Un amor bajo el cosmos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora