6.-El lo sabe

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El lo sabe

Lilith

—Aamon te espera en su despacho —anuncia Filippo antes de bajarme del auto.

Entro a la mansión caminando hacia su despacho, no escucho voces salvo varios cristales siendo golpeados contra la pared.

Mierda, solo Aamon hace eso cuando está a punto de perder el control.

Tomando todo el valor empujo ligeramente la puerta para observarlo de espaldas. 

Aamon ha cambiado mucho, ya no es un niño, a sus veinticuatro años es todo un hombre de la mafia, un asesino, un empresario, el más temido y respetado capo por muchas mafias y políticos pero sobre todo es todo un demonio.

Un demonio hermosamente peligroso de ojos esmeralda con espalda ancha, piernas largas, cabello castaño, cejas muy pobladas, brazos y abdomen muy trabajados con pocos tatuajes, incluyendo los dos más importantes el de la Cosa Nostra y el de los Levard.

El demonio que me ha protegido durante años de los verdaderos monstruos del mundo.

—Lilith, Lilith, Lilith—repite mi nombre estando aun de espaldas—. ¿Qué te he dicho sobre hablar con extraños?

Lo miro confundida

—¿De qué hablas?

—Hablas con un desconocido—enumera con sus dedos— le permites que este a tu lado por unos minutos, le das tu número telefónico y lo abrazas—gruñe por lo bajo lo ultimo apretando su puño.

—¿Me estabas espiando? —lo miro boca abierta—. Eso es violar mi privacidad.

—Eso es cuidar y proteger a los míos—se gira caminando hacia mí peligrosamente haciendo que retroceda.

No le tengo miedo, el jamás me levantaría una mano. Pero vamos, me siento como una niña chiquita siendo descubierta por una gran travesura.

—Aamon...—me calla colocando un dedo en mis labios.

Sus dedos bajan por mi garganta justo en mi pulso manteniéndolo ahí.

—Sabes que mis enemigos buscarán un eslabón de esta cadena—me mira fríamente—. Al más débil.

—No soy una chica débil—respondo rápido y alto.

—Lo sé, porque te preparé todos estos años—una sonrisa peligrosa se marca en su rostro—. Eres una sobreviviente que se enfrentó al maldito infierno a nuestro lado. Pero ellos no lo saben.

—¿Entonces jamás debo de acercarme a nadie? —Pregunto preocupada— Así jamás podré conocer a nadie, un amigo, una amiga, una pareja. A este paso jamás voy a experimentar absolutamente nada—callo de inmediato cuando menciono lo ultimo en voz alta.

—Una amiga no me importa pero una pareja, un amigo—niega con su cabeza tomándome del mentón para mirarlo fijamente—. Te lo prohíbo—su cuerpo se tensa al soltar eso con palabras frías

Mis ojos se cristalizan el jamas me había prohibido absolutamente nada, pero esta vez hay algo diferente en el, en mi, en nosotros y no se si realmente me gusta o me asusta.

Su mirada fría se endurece convirtiéndola en una peligrosa.

—¿Qué es lo que quieres experimentar Lilith? —ronronea sobre mi piel recorriendo con su nariz por mi mejilla hasta mi cuello.

Mueve ligeramente las tiras de mi blusa dejando al descubierto esas viejas cicatrices para dejar suaves besos sobre ellas.

Mi corazón frenético jura darme un paro cardíaco en estos momentos. 

Cadenas de fuego (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora