Cadenas de fuego (BORRADOR)

13.- Un demonio tocando un ángel

ALERTA!!! CONTENIDO EXPLICITO CON ESCENAS SEXUALES 

LEANLO. DISFRÚTENLO. COMO DICE WONKA SOLO GOZALO!!

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Un demonio tocando un ángel

Lilith

—¿Quieres ayuda con eso?

—¿Eso? —susurro débilmente

Baja su mano por mí trasero de nuevo rozando casi superficialmente mi sexo haciendo que me ponga más húmeda por la mínima fricción.

—Esto.

Santa madre de los demonios dame fuerza.

Oculto mi cara ardiendo entre su cuello. Menos mal que casi todo esta oscuro.

—¿Lilith?

Muerdo mi labio.

Realmente quisiera saber que se siente ser tocada por alguien más. Quizá tener sus dedos o su boca recorrer mi cuerpo, jamás un hombre me ha tocado.

—Joder dérive—maldice volteando mi cuerpo de manera que mi espalda queda sobre la cama mientras con sus rodillas separa mis piernas.

Suelto un suspiro fuerte haciendo que mis pechos sean un punto doloroso.

—¿Alguna vez te has tocado? —su voz rasposa y profunda hace cierre mis piernas frotándolas entre sí.

—Si —respondo bajo.

El toma mis piernas abriéndome lentamente de nuevo haciendo que mis bragas se peguen a mi piel ya húmeda.

—¿Como es posible que estes asi de humeda a mi lado y no haga algo al respecto?

Trago duro sintiendo mi cara, mi cuerpo y mi sexo arder.

—Muéstrame como lo haces—pide.

Mi corazón golpea feroz su petición solo hace que me humedezca más. El cosquilleo en mi parte baja se vuelve insoportable.

Llevo mi mano hacia abajo cerrando los ojos para evitar verlo, a estas alturas mi cara esta ardiendo pero la humedad de mi sexo me exige hacerlo. Comienzo a pasar mi palma temblorosa de arriba hacia abajo sobre la tela de las bragas aumentando el ritmo creando una fricción dolorosamente rica.

—Mete un dedo Lilith—suspira roncamente.

Niego.

—¿Por qué estas negando esa petición a tu capo? —gruñe en molestia.

Es un capo gruñón.

—Me gusta más la fricción—murmuro avergonzada—, con los dedos no logro nada. Solo me incomoda—confieso con la lujuria nublándome la razón.

Suelta un suspiro largo tomando mi mano deteniéndome haciendo que abra los ojos para grabar la imagen más erótica de mi vida.

Lleva mis dedos a su larga y caliente lengua.

—Déjame mostrarte lo que es el verdadero placer Lilith—mete mis dos dedos a sus labios chupándolos—. Déjame ser el hombre con el que quieres experimentar eso que me gritaste hace unos días.

Muerdo mi labio asintiendo.

—Lilith—gruñe al no escucharme.

—Hazlo—pido, ruego, suplico.