VI

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Tn miro por sobre su hombro a Diana quien mantenía un semblante serio, sus ojos cuál rubíes tenían lágrimas saliendo de ellos y su mano sujetaba con fuerza aquella vestimenta rara a su opinión.
Volvió su vista a Claude quien seguía sujetando su mano sin siquiera llegar a lastimarla, ella había escuchado rumores sobre aquella joven, pero no estaba segura si ellos eran verdad o no de todo lo que se decía.

Claude: está será tu habitación apartir de ahora

Tn: gracias...

Ella dio un paso al frente mirando con atención cada rincón de su nueva habitación, sin duda era más hermosa que la de su casa, había bastantes decoraciones con oro puro, la cama era grande y las sábanas parecía hecha de la mejor calidad
Claude miraba cada paso que su ahora concubina imperial, daba por su habitación, sus ojos tenían un brillo hermoso a su parecer, las mejillas de Tn se tiñeron de rojo al ver su balcón, no dudo y sin más se acercó a ella.
Se posicionó detrás suyo a sorpresa de su amada quien giro su rostro quedando más cerca del de Claude quien le dedico una sonrisa de lado, tomo la pequeña cintura de Tn logrando ponerla nerviosa

Tn: C-Claude...

Claude: ¿Te gusta?

Tn: s-si... Es muy hermosa, gracias

Le sonrió con calidez a su ahora pareja, sin duda estaba muy agradecida con el.
Claude sujeto la mejilla de Tn haciendo que cerrara sus ojos ante su tacto tan delicado, sin más que esperar, ambos se fueron acercando hasta fundirse en un delicado y placentero beso

Claude: esta noche vendré a verte

Dicho eso se separó de ella con lentitud, antes de alejarse por completo sujeto un mechón de su cabello para después depositar un suave beso en el y así irse de la habitación.
Tn sabía a la perfección lo que aquellas palabras significaban, ella sabía de su rol como concubina, pero de igual forma se sentía muy nerviosa y ansiosa a la vez, pues ella jamás había estado con un hombre

Xx: ¿Señorita Tn?

Tn: pase...

La puerta fue abierta por dos mucamas quienes hicieron una reverencia hacia su nueva maestra, ambas se presentaron ante Tn y así la ayudaron a prepararse para su noche con Claude.

El rumor de que Claude pasaría la noche con Tn se había extendido por todo el Ruby, sin duda sus concubinas estaban bastantes sorprendidas, pero la más afectada fue Diana quien sin más metió su uña a la boca mordiendo con fuerza dañando sus dedos.

Diana: no puede... No puede hacerme esto

Murmuraba cosas sin sentido mientras caminaba de un lado a otro en su habitación, estaba molesta con todo el mundo, pero más con Tn quien a su parecer había llegado a quitarle todo lo que le pertenecía, incluyendo el amor de Calude y su "puesto" como emperatriz.

Diana: lo tengo

Ella sonrió con malicia, sus ojos ahora brillaban de un rosado fuerte pues ya no tenían aquel brillo de calidez, ahora era ese brillo de venganza.
Antes de formar parte del Harem, ella llevaba una droga en su maleta pues la usaba en sus acompañantes antes de robarles, así que fue hasta su armario y de bajo de una enorme tabla floja saco una pequeña bolsa, en ella había una botella bastante fina con un líquido púrpura, sonrió más al saber que tendría oportunidad con Claude está noche, así que no dudo y fue a por una taza de te, virtoo en ella unas gotas de dicho líquido para después guardarlo bien y así ir hasta su víctima quien se encontraba sentada en su cama, nerviosa

Tn: adelante

Diana: buenas noches lady Tn... Yo quería darle este te, es muy bueno para calmar los nervios, además viene de mi país

Tn: eres de Shiodonna, ¿Verdad?

Diana: así es

Tn: eres muy amable Diana, pero no creo que pueda ingerir algo, estoy muy nerviosa y yo no...

Diana: para eso lo traje, es muy efectivo en calmar los nervios

Tn: b-bueno... Gracias

Ella tomó la taza de te quien hasta ahora Diana mantenía en sus manos, la bailarina sonrió al ver cómo Tn tomaba dicho líquido, no pasó ni un minuto cuando Tn dejo caer la taza al suelo

Tn: ¿Q-que t-tenia...?

Diana: descansa un rato, no te preocupes yo me encargaré de resivir a Claude

Tn: D-Diana tu...

Antes de terminar su frase ella cayó al suelo inconsciente, su rostro se estaba tornando rojo pues aunque solo fuera una simple droga para dormir, había un componente a la cual era lergica...

Diana: ahora no me estorbes y quédate dormida

Aunque no tuviera la fuerza suficiente para cargar a Tn, de igual forma la arrastró hasta el armario de la propietaria de la habitación, ella saco un conjunto de seda muy hermoso color rosa, haciendo resaltar aún más su belleza y sin más tomo el maquillaje de Tn, para empezar a prepararse para resivir a su amado

Diana: oh mi querido Claude, ahora solo sería tu y yo de nuevo

Ella sonrió de forma psicópata ante su reflejo en el espejo imaginándote de nuevo con Claude y todos los privilegios de ser su favorita.

Mi Verdadero Amor.   •Claude De Alger Obelia•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora