Habia una cosa que a Jin le molestaba en este mundo, el frío y el chico que robó sus amados tenis de color rosa.
Cuando decide enfrentarlo en la obscuridad del bosque el chico le dice que se los dará pero a cambio de 3 favores.
¿Que pasará a partir...
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Otra discusión penosa.
Yoongi observo el emparedado de crema de mani en la mesa, bostezo y espero paciente, parece que la pelea entre el novio de su madre y su hermano mayor no tendría fin.
―¡Eres un bastardo!, eres como tu padre una basura, por eso saliste así, yo que soy tu madre, no tienes compasión de mi―
―Por favor madre, no quieras chantajearme, no te creo ese teatrito, vete a la mierda con tu jodido novio―
―¿Por qué me hablas asi?, ¿Solo por eso vienes a la casa?, vete con amigos, esos vagabundos que solo saben consumir esa basura―
―Pues tal parece que hasta los vagabundos son mejores madres que tu―
Su hermano termino la frase recibiendo un golpe en la cara del novio de su madre, lo vio reír en el pasillo e ir a la cocina, su madre le siguió.
Jae tomo a Yoongi de la mano, le dio algo y le sonrio.
―Anda enano, no te pongas triste, ve a comprar algo mejor que esa mierda a la tienda―
―¿Por qué a Yoongi si le das dinero?, ¿No dijiste que no tenias?, ¿de donde sacas dinero Jae?―
Su madre se aferraba a su brazo gritando.
Yoongi se puso de pie y salió de ahí.
Entro a la tienda de víveres y miro el pasillo con emparedados, eran mas gordos que los que había en su casa, réyenos de jamón y huevo, tomo dos, dos latas de jugo y tambien dos pares de gomas de mascar y las metió en su maleta.
Jae siempre solía decirle que, la comida, sobre todo el desayuno, eran la cosa mas importante del día, por eso el siempre desayunaba sin falta, y por eso procuraba que Jin tambien lo hiciera.
Luego de tomar la comida y pagarla, decidió buscar a su amigo en la entrada del colegio, pero no le encontró.
Jin era un chico un poco extraño, muy distraído, con la mente en la luna, pero era agradable, olía bien y su sonrisa era algo que le daba paz.
Pero al no encontrarlo en la entrada tan solo fue a clases algo decepcionado.
Decidió solo por esta vez descansar en el almuerzo en el viejo salón de clases del edificio abandonado, y se quedo acostado en el sillón tocando un viejo piano que Jae le había dado.
Escucho entonces un ruido fuerte, alguien estaba siendo perseguido todo el pasillo, pensó que, por el simple hecho de estar solo, nadie iría a tan aterrador lugar, mucho menos los matones de la escuela, pero tal parece que ya no iba a tener paz ahí.
Entonces la puerta de la entrada se abrió, Yoongi se puso de pie dejando caer el piano eléctrico y miro al chico frente a él.
Era definitivamente el chico mas raro que vio, incluso mas que Jin.
