Red Silk [Chanho] MiniFic

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—No lo entiendo. ¿Por qué la familia Bang estaría interesada en mí? —Torció sus labios mientras regresaba sus pasos una y otra vez—. ¿Crees que sea una broma? Probablemente sólo quieran burlarse de nosotros

—Usted es un omega muy hermoso, no es de sorprenderse

—El señor Bang tiene esposo ¿verdad? No quisiera casarme con alguien tan viejo —El contrario sonrió

—Escuché que es el hijo más joven de la familia —Eso más que calmarlo, lo hizo pensar, deteniendo incluso sus pasos

—¿Y si tiene trece años? No puedo tener de marido a un niño

—No creo que tenga tan poca edad, joven Lee —Min Ho soltó un suspiro

—Aún así

—Debería calmarse, el estrés no es bueno y menos para alguien tan joven. Podrá conocer a su futuro esposo cuando ambas familias se reúnan

—Lo sé, pero tengo miedo —Abultó sus labios de forma inconsciente—. Algún defecto debe tener ese hijo suyo para que mandaran la propuesta

—¿Dientes feos?

—Pensaba en una nariz enorme

—Usted conoce el dicho… —Min Ho se sonrojó

—¡Han Ji Sung! —El nombrado soltó una risita

•••

—Lo único que te pido, es que no digas nada. Limítate a sonreír y asentir, como un buen omega

—Pero así no-

—¿Qué acabo de decirte? —Min Ho bajó la vista—. Muy bien —Se dio media vuelta—. No quiero más errores

—Te ves muy bonito con ese broche —De pronto habló su padre al aparecer por su costado, tomándole con suavidad de los hombros—. No estés nervioso, todo saldrá bien —El menor simplemente sonrió

Esa tarde se había vestido con las mejores prendas de seda que su madre le hubiese comprado en toda su vida, con un chaleco color menta junto una hermosa falda amarilla claro que combinaba a la perfección con los estampados de flores y los listones rosados. Su padre incluso lo había peinado y le colocó sobre la frente un bonito broche con forma de flor color dorado y rojo que le hacía ver adorable, o al menos eso decía Ji Sung. Todo para dar la mejor impresión.

—Señor Bang, es un gusto poder habernos reunido —Escuchó a su madre unos metros adelante

—Podría decir lo mismo. Me alegra que hayan aceptado —Hizo un intento de sonrisa que a Min Ho le pareció tan falsa—. La familia está curiosa por conocer al prometido

—Por supuesto, está por aquí —El castaño entalló su falda al verles aproximarse—. Lee Min Ho; el mayor de mis hijos

—Se ve mejor con las prendas adecuadas —Aunque el castaño quería decir algo por ese tono burlesco, tuvo que sonreír con levedad como si lo estuviese halagando—. Chan, ven aquí —Llamó

Casi detrás del hombre apareció un joven de cabello oscuro sujetado en un moño alto, con ojos azul claro, una mandíbula fuerte y cejas rectas que remarcaban la seriedad en su rostro. Era un rostro atractivo y varonil, siendo levemente ensuciado con una cicatriz que atravesaba el ojo izquierdo, la cual parecía tener un par de días. Min Ho quería pensar que se trataba de un buen luchador por su clan y no sólo de un buscapleitos que lo trataría como basura apenas ocurriera la boda.

—Creí que sería un poco más bajo —habló aquel chico, de vestimenta azul oscuro, sacándolo de su burbuja. ¿Qué quería decir con eso? Era él quien debía ser más alto. El señor Bang rio

—Min Ho entrenó muy duro desde temprana edad —Interfirió su padre a pesar de la mirada que le dedicó luego su madre—. Esperamos que la altura no sea un problema —El señor Bang miró a su hijo, quien no paraba de observar a Min Ho

—Tiene un rostro encantador —Y no pudo evitar sonreír de manera tímida con esas palabras

—Por cierto —habló de nuevo su madre—. Min Ho preparó regalos para los hermanos de Bang Chan

—Oh, nosotros también tenemos algunos

Sólo pudo observar una última vez los ojos claros del azabache antes de que las familias los llevaran a una gran mesa para continuar hablando sobre los preparativos. Al menos ya tenía claro que Bang Chan no era un anciano y mucho menos un niño, lo único que continuaba preocupándole era qué tipo de actitud podría tener. Se notaba bastante serio a pesar de la calidez en su voz, y aunque parecía educado, la cicatriz le hacía dudar bastante de ello. ¿Qué tan seguro podría estar con alguien así?

Una parte de él quería hablar con Bang Chan para conocerlo aunque fuese un poco más antes de que prepararan la boda, sin embargo le fue imposible tener un momento a solas debido a que el susodicho se retiró antes con alguna excusa que no alcanzó a escuchar, ya que se encontraba al otro lado de la mesa. Sintió una presión en su pecho al verle irse sin despedirse personalmente de él. ¿Sería una mala señal? Temía que su futuro esposo fuese tan frío como el hielo al estar juntos.

Min Ho nunca había sido una persona que demostrara mucho afecto, pero en verdad tenía un corazón muy noble y suave que no dudaba en apoyar a cualquier persona que lo necesitara, así que si su prometido resultaba ser distante en su relación podría afectarle bastante a pesar de que intentara ignorarlo. No pedía que lo llenara de besos y abrazos, pero al menos un poco de atención sería suficiente para no sentir que estaba casado con un pedazo de metal.

•••

—Traigan el espejo —Las jóvenes sirvientas se apresuraron en hacer lo dicho, colocándolo enfrente

—Se ve hermoso, joven Lee —Sonrió Ji Sung con suavidad y el mayor no pudo evitar hacer lo mismo

—Se me ve bien el rojo

—Oh, sólo faltan las pulseras que le regaló la madre del joven Bang —Se dio media vuelta para recoger la cajita dorada donde se encontraban, y con cuidado las colocó en las muñecas del castaño

—Me siento como un muñeco

—Un muñeco muy lindo

—Está bien colocada la corona ¿verdad? —Continuó observándose

—Hizo un trabajo maravilloso —Min Ho suspiró—. Se ve nervioso. ¿Quiere un poco de té? —El castaño negó—. ¿Alcohol?

—¿Crees que sea buena idea? —Le miró

—Sería sólo un poco, para relajarse —El mayor lo pensó unos segundos

—Bien, pero que nadie te vea traerlo —Ji Sung asintió y dio pasitos rápidos fuera de la habitación

Se miró nuevamente en el gran espejo que aún sostenían las jóvenes frente a él. Su vestido era completamente rojo oscuro con algunos detalles de dragones dorados y el cuello blanco. Extendió los brazos a sus costados para observar con más detalle el azul, amarillo y rojo más claro que conformaban sus mangas anchas. Se veía lindo, sí, pero aún continuaba esa sensación extraña en su cuerpo. Se estaba casando con alguien que apenas había visto.

Otro suspiro escapó de sus labios y bajó del pequeño banco con ayuda de sus sirvientes. Intentaba pensar que era un afortunado, pues el tan Bang Chan era joven y bastante atractivo, su voz era tan cálida que le recordaban los abrazos de su padre, incluso si no mal recordaba tenía una buena figura física. Tenía muy en cuenta que era la envidia para muchos omegas que habían deseado estar en su lugar ya que en un pequeño paseo escuchó una conversación sobre ello.

Debía sentirse feliz, no se casaría con un anciano ni con algún niño, Bang Chan era un alfa poderoso y adinerado que pertenecía a un gran clan. Aquello era considerado un honor, el mejor de los privilegios, ya que este podría brindarle todo lo que necesitara, y la posibilidad de tener cachorros fuertes era más grande. Ese había sido su sueño de cuando era más joven y ahora se estaba volviendo realidad a pesar de todo. Realmente debía sentirse feliz.