Te sueño, te espero y te lloro

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Sentía una opresión en su pecho bastante conocida, no quería levantarse y salir de sus ensueños, pero simplemente sus ojos se abrieron mostrando la realidad.

Era otro día más, no lo esperaba con alguna pizca de entusiasmo, ¿Que podría esperar de algo con tanta incertidumbre como un día cualquiera? No era de noche, aún no empezaba la verdadera jarana que el realmente gozaba pero no tenía más opción, no deseaba volver a escuchar los gritos de Hanagaki.

Tomo lo primero que vio en su camino, se rocío con desodorante para ocultar su mal olor de días sin bañarse y volvió a su cama. Sentía su cuerpo pesado, no recuerda cuantas veces al día dormía, tal vez en algunas ocasiones volvía a retomar los mismos sueños de antes, o en algunas otras eran simplemente cosas al azar.
Cerró sus ojos un momento, sintió la caricia de alguien lo cual decía que era probable este en otro sueño más, no deseaba abrir sus ojos, no quería que sus lágrimas retenidas vuelvan a tener rumbo suelto en su rostro, estaba realmente agotado de llorarle.

Estas estreñido o algo por el estilo Inupi? Siempre me has dicho que coma a mis horas y ahora quien parece no comer bien eres tú, te veo muy delgado y tu rostro está feo ahora mismo, ¿Sabes que esto me enoja, no?.ㅡ la voz que no deseaba oír, no sabia si abrir los ojos para despertarse o para verlo.

¿Cuantas noches habían pasado desde aquel día? No los llego a contar, no deseaba recordarlo siquiera.
Desde aquel día no existe una rutina más vaga que la suya, recuerda haberle llorado días enteros hasta caer del agotamiento.
Tal vez podía considerar a dios homofobico, aun recuerda la cantidad de veces que le rezo por su amado, para que sobreviva de aquel desastre que se había dado en la batalla, pensó en la cantidad de veces que siempre espero un final feliz para ambos.

Ahora solo quedaba aquella sombra del pasado y los sueños donde lo llegaba a ver.
Nunca entendió por qué su mente lo torturaba de tal forma con la esencia de su chico al interactuar en sus fantasías, se sentía tan real.

Me llevas ignorando desde hace un buen rato Inupi, sabes que no gozo de tanta paciencia...uff, eres un caso perdido. Párate, que yo te preparé algo.ㅡ Decidió verlo una vez más, sus manos en su cintura, su cuerpo tan curvilíneo era tan realista, su mirada astiada más sus labios juguetones dandole un contraste a la idea de un regaño amoroso, que veía de su parte la mayor parte de su tiempo.

Se levantó de lo que suponía era el suelo o las nubes de su paraíso, apenas incorporado corrió a la vista del joven que se alejaba, pero apenas logró tocarlo su cuerpo se desvaneció tal y como si vapor fuera.
Se abrazo asimismo por una medida de tiempo indefinida, paso el tiempo y solo esperaba la mano de alguien sobre su hombro. No era un alguien, era a él a quien necesitaba, un abrazo, un beso que se cohibió de darle en su momento y ahora solo suprimia como un dolor al recordarlo.
Sabía que aquel sueño era un infierno, tal y como los que tenía a diario, pero si tendría que irse al infierno por el, era seguro que lo haría.

Eso confirmo Takemichi Hanagaki al encontrar el cuerpo de su amigo que yace en el suelo, muerto y con un rostro complacido tal vez por lograr su cometido, o sólo por haber fallecido para ver a su amado.








One-shots InukokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora