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Se empezaba a preguntar  cómo habían llegado a este momento…

No esperen, si lo sabía.

Es por el comentario más cruel que pudo haber recibido de el que era su mejor amigo de la infancia...y la persona de la que estaba perdidamente enamorado.

 Aunque él no había dicho mentiras… solo una realidad, una muy triste y deprimente.

Se encontraba sentado en la azotea del edificio de su escuela secundaria, viendo el vacío a sus pies. 

Seguía sin entender qué había pasado con esa relación tan bonita y pura.

Ellos antes jugaban a distintos juegos cada hora y cada día, con el balón, en los juegos de la plaza y su juego favorito:

Rescatar personas… Irónico ¿no?

Al enterarse de que no tenía peculiaridad a los seis años...todo fue de mal en peor, las burlas y maltratos hacia su persona no cesaban, aunque les pidiera llorando con raspones en la cara, brazos y piernas, no paraban...

La peculiaridad de su mejor amigo de la infancia...Bakugo Katsuki, era increíble… ¡De sus manos brotan chispas! Y pequeñas explosiones. 

Las burlas por su parte incrementaron después de que el pequeño Izuku quisiera ayudarlo de una caída.

¿Consecuencias por tratar de ayudar a su amigo? 

Sí.

Quemadura de primer grado en su brazo izquierdo, no quedaría marca alguna, más que la de su corazón que poco a poco se iría calcinado.

Deku, así era su apodo, un tanto peculiar ¿cierto? 

Viene del Dekunobou, significado: Bueno para nada, ¿resumido? Un completo inutil y así se sentía en ese momento. 

Ya tenían catorce y aún seguían las burlas hacia él, y ya estaba cansado de todo. Después de recibir las últimas palabras del Kacchan. Se dijo a sí mismo que él tenía razón, por que...¡es Kacchan! Y él siempre tiene razón, para bien o para mal. 

Esos pensamientos le seguían día y noche desde hace unos meses. Las palabras no paraban de reproducirse en su cabeza.

"Eres un estorbo maldito nerd, sería mejor si murieras, pero antes de lanzarte, recuerda rezar a todas las deidades, a ver si así tienen piedad y misericordia está vez para que te otorgen una peculiaridad".

Suspiro resignado y tomó uno de sus cuadernos y un lápiz, rápidamente escribió una carta para su madre y para Kacchan...no tenía a más nadie aparte de ellos.

Guardo las cosas cuidadosamente dentro de su bolso y se quitó el pequeño corbatín que tenía en el cuello y lo dejó encima de él.

 Estaba decidido…tenía miedo pero era lo mejor, así no sería una carga para su madre, ni para Kacchan, ni sus profesores. Ni para sí mismo.

Se encaminó hacia el borde y miró abajo con los ojos cristalinos, pero con una sonrisa. 

Pudo ver a Kacchan desde ahí viendo como lo veía aterrado. Se preguntó el por qué él ya sabía que se encontraba allí, pero simplemente sacudió la cabeza para eliminar esos pensamientos y luego vio el vacío frente a él.

Eran cinco pisos, calculaba que eran de doce a catorce metros de altura. Lo iba a hacer...contó hasta cinco.

Un paso, sintió el suelo recibiendolo por última vez.

Otro paso, pero no sintió más que el aire recibiendolo.

 Se sintió caer y caer. Cerró los ojos con fuerza y pidiéndole a su madre perdón incontables veces en su mente.

I Wonder | BakuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora