I Wonder | BakuDeku

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Ya habían pasado dos meses de lo sucedido y Kacchan lo estaba acompañando a su primera sesión en el psicólogo...Debía admitirlo, estaba nervioso y eso hacía que le apretara aún más fuerte la mano a Bakugo.

¿Están sorprendidos por eso? Si, mi yo de hace tres meses también lo estaría.

Para su sorpresa ya era algo cotidiano, estar siempre tomados de las manos era una petición del mayor, ya que según él, Deku se podía perder en las calles. Pero sabe que no es así, estos últimos meses había podido observar que su Kacchan tenía la necesidad de tocarlo, aunque sea solo por la ropa o su meñique, siempre debía tocarlo, y no se quejaba, le fascinaba.

Tomaron un bus y luego caminaron al hospital, eran varios edificios enormes de color blanco, se veían imponentes…y realmente caros.

Antes de entrar al edificio de psiquiatría del hospital respiro lentamente y el apretón del contrario en sus manos le alentó a dar el primer paso.

Caminamos hasta la zona de recepción, era un lugar extenso, de colores claros y con grandes ventanales. El olor a antiséptico le hizo arrugar la nariz, siempre odio ese olor.

Tuvimos que esperar un poco, había una mujer de cabello blanco y un mechón rojo, que usaba lentes y con uniforme de escuela preescolar que estaba ingresando sus datos, le dio curiosidad el cómo hablaban con naturalidad, quizás ella ya había estado allí con anterioridad. Vio cómo se iba a la parte de las escaleras y la perdió de vista.

Al regresar la mirada a recepción encontró a una mujer de quizás cincuenta años mirarlo con atención, lo que hizo que se colorara hasta las orejas.

Después de que anotaran mi asistencia empezamos a caminar hacia la dirección donde nos indicaron.

Era una habitación con seis puertas alrededor, contando por la que había ingresado, habían sillas en el centro y varias plantas que brillaban raramente…quizás eran plásticas.

Quiso averiguar si eran de plástico pero las personas que se hallaban en las sillas frente a ellos les llamó más la atención, algunos lo veían con curiosidad y otros con evidente desagrado. No entendía el porqué, pero parece que su acompañante sí por cómo rodó los ojos y bufó.

Iba a preguntar si todo estaba en orden, hasta que escucho como se abrió una de las puertas.

–Midoriya Izuku, en cinco minutos lo llamaré nuevamente, por favor esperar frente a la puerta. –Una mujer de cabello corto y lacio, con uniforme correspondiente a una enfermera salió de la consulta junto con la — que él supone— paciente, cabe recalcar que con lágrimas en los ojos y con una clara expresión de frustración, su cabello era por completo blanco y parecía joven. Le encontró cierto parentesco a la mujer que vio subir al piso de arriba hace unos momentos.

Los nervios lo atacaron nuevamente y eso Katsuki lo noto, por lo que se dirigieron a las sillas y se sentaron lo más cerca posible de la puerta correspondiente.

–Hey nerd, ¿Te dije que las pruebas para entrar a la U.A se realizarán el próximo mes? – Cuando empezó a sentir las pequeñas caricias en su mano sonrió ladino, amaba cuando Kacchan intentaba tranquilizarlo con caricias sutiles.

–Me lo dijiste ayer Kacchan, lo comentaste mientras íbamos de camino a la tienda por las mancuernas. – Río por la expresión de confusión de su mejor amigo.

–No recuerdo haberlo hecho, pero bueno. –Al ver cómo se abría nuevamente la puerta y esta vez salía una mujer con expresión de cansancio le apretó la mano nuevamente y luego la soltó para que él pudiera ponerse de pie.

–Midoriya Izuku. –alzo la voz– ¡Midoriya Izuku!

Deku salto en su silla y miró a Katsuki, el cual miraba mal a aquella mujer pero regresó su mirada al menor e intentó sonreír para calmar sus nervios, así como Izuku hacía con él.