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CAPÍTULOS DEL 137 AL 140

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CAPÍTULO 137. LAS CONSECUENCIAS DE BUSCAR PROBLEMAS; LA TRAGEDIA DE HE CHENGGONG
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La familia Ye

Después de que Ye Zhou y otros se fueron de casa, Jiang Tianci no limpió todo en casa y luego fue a recoger vegetales en el patio trasero como antes. En cambio, se sentó en la sala central solo y aburrido. Un niño de una familia pobre sabe cómo ganarse la vida temprano, lo que también significó crecer prematuramente. Solo a la edad de catorce años, en realidad sabía muchas cosas, incluidas las relaciones que acababa de conocer.

Como dijo Ye Zhou en ese entonces, había vivido en una familia así desde que era pequeño. Bajo la protección de su abuela, básicamente había sido criado como una niña. Había aprendido todo lo que una niña debería aprender, pero no podía hacer nada que los niños deberían aprender a hacer como la agricultura. Además, había sido intimidado durante toda su vida, tenía muchos defectos de carácter, carecía del aura que debe tener un hombre y de la confianza en sí mismo.

Como todos sabían, la gente siempre desearía algo que no tiene. El capaz y confiado He Chenggong era sin duda como una bola de luz gigante para él. Incluso si sabía que podría quemarse si se acercaba demasiado, todavía quería hacerlo, especialmente cuando el otro lado quería que se acercara a él. Después de más de 20 días de pensar, casi podía confirmar sus propios sentimientos, pero cuando se esperaba el regreso de He Chenggong con Pan Xiangdong, ni siquiera apareció. Tuvo un momento de pánico en ese momento, incluso pensó que si He Chenggong ya no sentía nada por él debido a su cobardía y timidez. Pero pronto lo negó en su mente. La promesa de He Chenggong y las palabras de su hermano mayor seguían pasando por su cabeza. Y constantemente se decía a sí mismo que no podía hacer conjeturas ciegas y desordenadas, no podía ser tan desconfiado. Le gustaba Chenggong y tuvo que aprender a creer en sí mismo y aprender a tener confianza.

Sin embargo, no importa cuánta construcción mental construyera para sí mismo, no era tan buena como la verdad. Cuando Pan Xiangdong le dijo por qué He Chenggong no había regresado con él, realmente se sintió muy aliviado. Al mismo tiempo, también estaba un poco preocupado. Tenía miedo de estar demasiado cansado y molesto, por lo que no sabía si debía llamarlo para mostrarle algunas preocupaciones. Después de toda una noche luchando en el corazón, decidió pedirle ayuda a su hermano.

¿Llamarlo? El señor He fue tan bueno con él, y ahora era cuando más molesto se sentía. Aunque no podía hacer nada por él, al menos podía decir algunas palabras cariñosas, ¿verdad?

Después de pensar tanto, Jiang Tianci parecía haber tomado una gran decisión. Apretó los puños y se puso de pie para caminar hacia el teléfono. Cuando extendió la mano para recogerlo, se dio cuenta de que su mano en realidad estaba temblando. Sin embargo, no pudo retirarse. Su hermano mayor tenía razón. No podía simplemente disfrutar lo que el Sr. He está dando. Aunque fuera solo un poco, quería intentar ser el dador.

"Bip... bip..."

Sosteniendo el auricular en una mano y presionando esa cadena de números que llevaba mucho tiempo grabada en su mente.

"¿Quién es? Dilo si tienes algo. Si no, colgaré".

El teléfono sonó solo dos veces antes de que alguien contestara. La voz impaciente de He Chenggong salió del otro lado del teléfono. Jiang Tianci casi colgó directamente. Incluso solo a través del teléfono, su rostro rubio estaba teñido de un poco de rubor. Después de un rato, tartamudeó: "Sr... Sr. He, soy Tianci, no me cuelgues por favor..."

He Chenggong, que estaba en una gran villa en algún lugar de la capital, saltó y su rostro estaba tan brillante como si acabara de ganar un gran premio. Finalmente lo llamó, aunque lo había hecho esperar durante más de veinte días.