Capítulo 1

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Todo comenzó una tarde tranquila.

Todo era normal como cualquier otra tarde en la Gran mansión Sakamaki.

Shu imitando a la bella durmiente, Reiji en su laboratorio siendo un científico loco, Ayato obligando a todos a llamárlo Oreo-baka (¿Era así?), Laito leyendo sus revistas, Kanato jugando a las muñecas y Subaru rompiendo otro murito-chan.

Pero justo en ese momento las puertas de la mansión sonaron y una presencia se hizo sentir para desaparecer tan rápido como llegó.

–¿Quién mierda es? –gruñó enojado Laito lo interrumpieron en el mejor momento

–Que poca educación –murmuró Reiji

–¿Una caja? –preguntó Subaru

–¿La abrimos?

–Ore-sama la abrira –declaró Ayato

Contra todo pronóstico la caja se abrió por sí sola, de ella empezó a salir un humo morado.

Los Sakamaki miraron interesados aquel misterioso humo, que olía extrañamente dulce, aquel olor era una especie de anestesico pues los calmo, los arrullo hasta llevandolos lentamente al pais de los sueños.

Donde después de años por fin pudieron disfrutar de un sueño reparador, donde se sintieron libres y felices.

Shock

De pronto seis pares de ojos se abrieron abruptamente, de alguna forma ese humo los durmió.

Todos estaban listos para maldecir, pues se sentían entumecidos, no podían moverse, era tan raro...

¡Gha! ¿Ghu? –aquel simple balduceo atrajo su atención, era Laito

¡Jha, Jha! ¡¿Gha?! –otra vez esos estúpidos balbuceos, esta vez fue Ayato

¿Qhhe? –está vez fue Reiji

Se miraron todos eran bebés, apenas parecían tener unos pocos meses. Era tan extraño.

Y así en pánico empezaron a ver el lugar donde se encontraban, ese lugar era un basurero, estaban rodeados de desechos, cáscaras de verduras, latas, periódicos etc. Los rodeaban paredes verdes altas como rascasielos. O eso parecía desde su perspectiva.

¿Qhhu passo...? (¿Qué paso?) –preguntó muy apenas Reiji, le costaba hablar

–¿Gha? (¿Qué?) –preguntó Laito no le entendia

Shomos babes (somos bebés) dijo Shu, hablar era difícil pero no tanto

–¡¿Gha?! ¡Ghe ba eghue grr! (¡¿Qué?! ¡Se le entiende!)

¡¿Gheghi?! (¡¿Teddy?!) preguntó asustado Kanato, no encontraba a Teddy

Pequeñas lágrimas sin remedio empezaron a caer por los pequeños ojos de Subaru, no entendía nada y lo unico que quería era comer, tenía hambre mucha hambre. –Estúpidas emociones– pensaba molesto.

Despues de una charla que parecía más balbuceos sin sentido de bebés se rindieron, no podían hablar, sólo hacer balbuceos y gorgoteos. Los únicos que apenas podían hablar eran Shu y Reiji, por otro lado Sabaru nisiquiera podía balbucear.

Eran unos bebés –Unos puntos bebés– pensaba Raito, odia ser tan pequeño, tan indefenso. Se sentía nuevamente como el juguete de Cordelia.

Por otro lado Kanato lloraba en silencio, Teddy no estaba, necesitaba a Teddy. En silencio repetía –Gheghi (Teddy) , Teddy no estaba con él.

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