Los bebés mientras más pequeños son duermen más, esto debido a que su cuerpo consume gran energía para desarrollarse.
Subaru lo aprendió de la peor forma, lo descubrió cuando se la pasó horas negandose a dormir. Se estaba durmiendo cuando de pronto terminó por golpearse en su afán de mantenerse despierto. El dolor parecía volverse más intenso a cada segundo, extaño pues sólo se golpeó la cabeza con el palo de la escoba.
Despues de aquel accidente se la paso llorando por casi una hora completa, después de tomar una pequeña siesta de horas despertó de un mejor humor, pero eso si pasó los siguientes días con dolor, su frente tenía un moretón morado que dolía bastante.
Todo pasó días después de que llegaron, extrañamente en días posteriores, no, incluso antes noto comportamientos extraños en sus hermanos ellos actuaban infantilmente, parecían bebés.
Por fin comprendió la situación cuando a la semana de estar ahí de pronto se desmayo y despertó días después, no lo podia creer. Su mente de alguna forma se apago y, extrañamente sólo él despertó, pues los demás eran aún bebés.
Se sentía avergonzado de disfrutar los alagos y dulces palabras de aquella mujer, menos mal sólo el y ella sabían sobre esto pues todo aquel tiempo ellos eran unos bebés. Pero hoy las palabras de la mujer, más el raro actuar de Shu demostró que volvieron, después de dos meses volvieron, o eso creía era difícil estar al tanto del tiempo como bebé.
¡Oh no! Debia mantenerlos tranquilos, si no la humana se asustaria. Abrió los ojos de pronto, simple pues no dormía solo fingía pero eso era obvio.
–¡Wa! ¡Wa! –levantó los brazos pidiendo que aquella mujer lo cargase
La mujer y los bebés dirijieron su mirada al pequeño Subaru.
–Oh ¡Mi pequeño rayo de luna! Ya te despertaste –cargo al pequeño bebé de 10 meses–, Buenos días –le dió un pequeño beso, el avergonzado Subaru se dejó hacer.
En el pequeño descuido de la mujer Subaru miró a sus hermanos asesinamente, habían alertado a la humana.
–Bueno mis niños vamos a desayunar y luego podemos salir al parque –dijo la mujer, se paro de la cama y se fue dejando solos a los bebés
Minutos después volvió.
–Jajaja –se rio nerviosa–, lo olvide –tomó sus celular y se fue
Otros minutos después.
–Bueno jaja perdón –por fin recordó a los bebés– bueno, muñecos vamos a la sala –cargo a los bebés de dos en dos y los llevó a la sala
En la sala los dejó en un corralito, cabe destacar que era bastante grande, les dio otro beso y se fue a la cocina.
Subaru miró a sus hermanos con ojos asesinos, están arruinando todo, molesto dio un pequeño golpe.
–¡Iotas! –grito molesto, ellos lo miraron molestos
–¿Qhe? –preguntó molesto Ayato
–Utes aluinalon tolo –dijo molesto Subaru
Subaru quería comunicarse pero su vocabulario era limitado –estupido cuerpo de bebé– pensando un poco llegó a la conclusión de que la mejor forma era hacerles entender con señas, para esto utilizaría peluches
En una extraña escena donde Subaru reunía todos los peluches a excepción de Suka, este empezó a mover los peluches tratando de explicarles lo que paso, cada cierto tiempo trataba de explicar con palabras que eran más balbuceos que otra cosa.
Nadie entendió nada.
–¿Etieiron? –preguntó Subaru, ellos lo miraron confundidos– Iabos –molesto, golpeo un peluche
Haciendo un pequeño puchero intento explicarles otra vez, trató de ser más claro aún con todo esto ninguno entendió.
Un momento después llegó la humana, con una sonrisa cargo uno a uno sin decir palabra alguna. Los puso en unas sillas altas, posteriormente puso pequeños platos con papilla de color morado.
–¡A desayunar! –grito contenta, ella tomó una cuchara y un plato con la intención de ayudar a comer a Subaru
El resto de hermanos la vieron sin entender nada, Subaru los miró lo que ocasionó que la humana también los viera, está al no verlos comer empezó a fruncir el ceño preocupada. Subaru sin saber que más hacer golpe la mesa para llamar su atención.
–¿Estas bien? –preguntó, Subaru alzó los brazos pidiendo que lo cargue– Primero debes comer –dijo, Subaru negó y empezó a derramar pequeñas lágrimas
–¡Ño! –grito fuerte y alto
La mujer al ver sus lágrimas y su actuar entró en pánico, sin saber que más hacer cargo a Subaru.
–Todo está bien –lo cargo mientas caminaba por el comer, frotó suavemente círculos en su espalda.
En su distracción Subaru miró a sus hermanos tratando de indicar cómo debían actuar.
Primero Shu debía mirar a la humana sin intención de comer, mientras hacía pucheros. Segundo Reiji debía comer derramando ocasionalmente un poco de la papilla. Tercero Ayato debía golpear la mesa como jugando pero ocasionalmente comiendo un poco. Cuarto Laito debía lanzar la papilla negandose a comer. Quinto Kanato debía comer con las manos y acabar el plato también debía pedir más, y sin hablar de que Suki debía estar a su lado.
¿El porqué del actuar? Simple, Shu amaba a la humana y detestaba tener que compartirla con sus hermanos por ello se negaría a comer sólo, Reiji amaba aquella papilla y con su comportamiento tranquilo comería sólo, Ayato intentaría llamar la atención de la humana pero aún así comería, Laito odiaba aquella papilla por ello se negaría a comer era demasiado dulce, Kanato amaba esa papilla y por aquello comería desordenadamente y sin olvidar que amaba a Suki y detestaba alejarse de esa coneja de peluche pero ahora está se encontraba olvidada en algún lugar de la sala.
¿Cómo se dió cuenta de esto? Es porque tubo que descubrir si alguno de sus hermanos volvia y la mejor forma era observar atentamente a cada uno.
–¡Ñooo! –grito cuando la humana empezó a mecerlo, al ver a sus hermanos se movió increíblemente y con las pocas fuerzas que tenía golpeó todo a su pasó asi votando los distintos platos de sus hermanos como también golpeandolos
–¡Wahh! –aún con los débiles golpes los hermanos sintieron tanto dolor que empezaron a llorar
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Madre
Fanfiction«-Mamá... -susurro al viento -¡Mamá! -grito otra voz y lentamente más gritos empezaron a resonar» 09/06/22