"Dear life, fuck you" ₎₎ SeongJoong.

"h𝗲 𝖽𝗶𝗱 i𝘁" and "𝗶 𝗹𖹭𝘃𝗲 𝘆𖹭u t𖹭𖹭"

Seonghwa, alzó la mirada con lágrimas en los ojos.

Y ya no estaba, Hongjoong había desaparecido, una vez más.

Buscó con la mirada y corrió hacia la salida de ese escondite, yendo tras el menor, que se encontraba a una larga distancia, pero afortunadamente, lograba entrar en su campo de vista.

Ambos fueron en dirección a la azotea de la escuela.

Y Hongjoong corrió a la orilla más cercana a él, agarrándose del barandal.

- ¡No lo hagas! - pidió, desesperado.

Hongjoong no se detuvo, en su lugar, brinco el barandal, quedando con los pies en la orilla del edificio, de espaldas al exterior.

Los alumnos que se encontraban en el patio que daba a ese lado del edificio, empezaron a juntarse en donde pudieran ver mejor, mientras algunos iban por ayuda de sus maestros.

- ¡Hongjoong! - llamó, acercándose.

El menor alzó su mano izquierda y sonrió, haciendo un gesto de despedida.

- ¡Adiós! - dijo con tanta alegría que el mayor se paralizó

Se veía tan feliz y tan tranquilo por por fin estar a punto de morir, que Seonghwa lloró. Lloró por todo lo que había causado.

- Cuídate mucho, por favor - pidió, sin borrar la sonrisa de su rostro.

Aún estando a punto de morir, nunca dejó de preocuparse por Seonghwa. Nunca dejó de preocuparse por el joven al que amaba.

Y lo hizo...

Soltó el único agarre que tenía y se dejó caer hacia atrás.

Para que en un par de segundos, su cuerpo terminara contra el suelo a mitad del patio, frente a todos. Agonizando unos segundos antes de poder descansar en paz...

Seonghwa miraba desde la parte de arriba, no pudiendo parar el llanto que brotaba de sus ojos.

Corrió nuevamente hacia abajo, en dirección a dónde el cuerpo del menor estaba.

Cuando llegó dónde él, empujó a todos los adolescentes que lo rodeaban curiosos y asustados, para poder acercarse a él y lo tomó entre sus brazos.

No le importó si se manchaba de sangre. Sólo quería estar con él.

- Hongjoongie... - sollozó - ¡Perdóname, perdón por mentirte y hacerte creer que no eras lo suficiente, perdón por todo lo que te hice pasar! - se sinceró - Bonito, yo también te amo. No lo demostré por miedo y actúe de la peor forma posible. Perdóname por no haber dejado que al final brillaramos juntos...

Y lloró, lloró de una forma tan horrible que ni siquiera los maestros que ya habían llegado pudieran calmarlo.

Su corazón dolía. El sufrimiento que había guardado en los últimos tres años, por fin había salido a flote.

Dejándolo con una pésima sensación...