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Capítulo 2

La gran decepción

Taylor

Me tire en el asiento, mientras alzaba mi termo, tomando del café de este.

—  Recuérdame, ¿Por qué quise estudiar medicina? – replico Skylar con cansancio.

—  Skylar, cállate – murmure.

—  Bien, ahora tú también me odias.

—  ¡deja el drama!

—  Sip, amo molestarte – se sentó a mi lado.

La camilla chillo y el sonido hizo eco en el lugar. Fulmine a Skylar con la mirada, mientras ella solo se acomodó más despacio, evitando hacer ruido.

Tenía un terrible dolor de cabeza, estar ociosa no me sienta bien.

Nuestro lugar de descanso, no era tan lindo, pero era alejado de todos y está en la tranquilidad que necesitaba en estos momentos, después de casi 32 horas de trabajo.

El hospital, tenía unas habitaciones, que estaban en construcción, o eso se suponía, al parecer, se olvidaron de seguir con los arreglos.

Recosté mi cabeza en la pared y cerré los ojos, empecé a quedarme dormida, cuando escuche el llanto de una persona.

Dios, no ahora.

—  Murió mi paciente – escuche la voz chillona – él no tenía familia.

—  Estamos en momento de descanso – la detuve antes de que siguiera hablando.

—  Mi paciente se desangro – se escuchó la voz varonil.

—  ¡momento de descanso! – casi grite.

—  ¿siempre ha sido así? – escuche el murmullo.

—  Oh pequeño, cuando no la dejan dormir, es peor.

Se callaron al instante.

Bien Skylar, por eso vivimos juntas.

El olor a vómito y sangre inundo el ambiente, gruñí, antes de levantarme y caminar de forma automática hasta la máquina expendedora de café, puse mi termo en esta, hasta esperar que salga.

—  Ningún titular, nos ha llamado para cirugías – hablo Doverlove.

—  Creo que no escogerán a nadie para las rondas de hoy – dijo Sky con una voz triste.

—  Y con ese olor de vomito que cargas, tampoco creo que te escojan – le dije, viendo su uniforme.

—  Mi paciente era un niño de tres años, con vomito frecuente, no querrán saber que tenía – nos dijo en un lamento.

—  No.

—  Si – contestamos al unisón con Skylar.

—  Paso.

Ignore lo que empezó hablar con Skylar y tome mi termo de la máquina.

Por la puerta entro el tal Gabierner, pasando sus manos por su uniforme. Me miro con coquetería, mientras yo tomaba de mi café y arqueaba una ceja.

—  Tienes bonitas piernas, ¿haces ejercicio? – me pregunto dejando a todos en habitación, atentos a mi respuesta.

—  Desaparece de mi vista – dije antes de girarme y volver sentarme en una de las sillas desocupadas.

—  Deberíamos hacernos preguntas, para conocernos mejor – dijo Grews.

—  Sí, es una increíble idea – se emocionó Sky.

Desire in the operating roomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora