Stay Alive

La protegida de los Kim y ¿socios?

Todos en esta vida somos pasajeros, pero la forma en que Jungkook me había sacado de su vida era increíble, la culpable era yo y no él por revolcarse con esa tipa.

Camino a la casa de Taehyung iba haciendo llamadas, estaba tan distraída que no me di cuenta en cuanto llegamos a su casa.

—Vi, tenemos que hablar tu y yo- dijo y yo negué.

—No tengo cabeza para pensar Taehyung, por favor- dije y él negó.

Me acerqué hasta estar frente a él, no podía descifrar como estaba y que era lo que sentía.

—Te iras al extranjero, solo serán dos años- dijo y yo abrí los ojos sorprendida.

—No...¡No! Estas mintiendo- dije y él negó.

—Orden de tus padres y como protegida de la familia Kim deberás hacer lo que se te pida- dijo un poco más calmado.

Había cometido el peor error, debí haberme quedado con Jungkook, no debí hacerle caso.

—¿Cuándo me iré?- pregunte ya resignada.

—Mañana mismos- dijo y se marchó de ahí.

Las señoritas de la limpieza me guiaron  hasta la que seria mi habitación provisional. No había querido comer ni mucho menos salir de la habitación, todo esto era una completa mentira.

¿Dónde había quedado aquellas ocasiones en que Jungkook me había demostrado estar enamorado de mi? No podía explicar lo que sentía ni mucho menos lo que pensaba.

Al día siguiente me prepare, todo listo para irme a Inglaterra, cuando salí de mi habitación Taehyung me abrazo muy fuerte, sabía que lo necesitaba.

Llegamos al aeropuerto y hacer el chequeo fue lo más fácil, me despedí de Taehyung y le prometí que estaría bien. Cuando estaba arriba, las personas empezaron a entrar muy rápido y asustadas.

Todas murmuraban que un grupo armado había entrado al aeropuerto, no pude evitar pensar que era Jungkook.

Jungkook.

Ese hijo de perra pagaría por haberse llevado a Liana, nadie tenía derecho sobre ella más que yo. Todos mis hombres estaban dispersos por todo el aeropuerto.

Ella jamás saldría de Corea y menos se quedaría con Kim Taehyung. Caminaba rápido hasta el área de abordaje y tenía la esperanza que aún subiera.

Jackson venía conmigo y detrás de mi otros dos hombres, Kim y sus hombres estaban siendo torturados aquí mismo. No tenía miedo de la imagen que Liana podía tener de mi y mucho menos que no me quisiera en su vida.

Los túneles estaban desconectados, sabía que ella estaba por ahí y uno de los aviones estaba despegando.

—Cancela ese despegue Jackson ¡ahora!- él asintió y salió de ahí.

Unos de mis hombres trajeron a Kim, él escupía sangre y aun tenía su estúpida sonrisa.

—Jamás la vas a encontrar Jeon, ella te odia- dijo y yo le di un golpe con mi arma.

—Ella va a regresar conmigo, tarde o temprano Kim, ella es mia- dije y le di otro golpe en el estómago.

Ahora tenía que averiguar a donde se habían llevado a Liana, era la única que mantenía los demonios alejados de mi cabeza.