Yo no sabía lo que me esperaba en unos dias, tenia una vida tranquila desde hace un año que imaginar lo que se acercaba a mi seria mentir, no lo buscaba, no lo busqué y ahora, ahora se que aunque yo no lo conociera en esta vida en las siguientes el me habría encontrado.
La noche ya había cubierto completamente las calles de busan y el chico de cabello pelinegro lo sabia, jimin estaba regresando después de cerrar la cafetería que tenía con el menor y solo deseaba poder descansar luego de un dia muy agotador. un par de clientas se habían puesto exigentes respecto al saber de uno de los pasteles que él había preparado y después de solo escuchar los reclamos y asentir en un estado completo de sumisión, el día transcurrió normal.
-Está haciendo demasiado frío- se quejo al abrir el apartamento que compartía con el mayor desde hace dos años, espero escuchar alguna reprimenda respecto al atuendo que llevaba en ese momento o algún golpe en la cabeza pero el silencio fue lo único que sintió dejándolo no tan cómodo.
-¿Jin?- volvió a repetir mientras se iba quitando el bolso de lado que siempre llevaba y luego la ligera tela que cubría la parte de su cuerpo, tenía una ligera sensación de miedo mientras iba caminando por el pasadizo hasta la habitación del mayor, ya había pasado por esa situación varias veces pero eso no significaba que seria algo a lo que el pudiera acostumbrarse, talvez a tomar pastillas de por vida si pero a eso no.
Tocó ligeramente la puerta esperando una respuesta del mayor, sería imposible decir que no estaba ahí cuando ya había tropezado con sus zapatos en la entrada, incluso su saco del trabajo estaba ahí, Jin debía estar en casa y eso era seguro.
Se acercó silenciosamente hasta colocar la oreja sobre la superficie de la puerta, algo que le permitiera escuchar lo que sucedía en el interior, y aunque hubiera deseado no saberlo escucho unos ligeros sollozos, uno más entrecortado que otro.
jimin ya sabía lo que vería detrás de esa puerta, no era la primera vez, y sabe que no sera la ultima aunque espera que este hábito tan dañino por parte del mayor se detenga, solo quería verlo feliz.
-Jin, voy a entrar. No te preocupes todo estara bien- repitió las palabras que siempre usaba para esta situación y comenzó a abrir la puerta, se deslizó a la habitación y la cerró detrás de él, como si ocultara un secreto, algo muy íntimo, entre jimin y jin.
-Lo siento, de verdad lo lamento, yo solo comencé a sentirme mal otra vez y mis manos actuaron solas, perdoname- sollozo mientras intentaba ocultar sus brazos detrás de su cuerpo.
-Calma, ya paso, ya estoy aquí- le sonrió buscando transmitirle confianza y se acerco para finalmente abrazar, la diferencia de altura ahora no sería un problema.
-Jimin, perdoname- volvio a repetir mientras se refugiaba en los brazos del contrario y trataba de ocultarse en el cuello de este, ya habían pasado unas semanas desde su ultima recaida y quizas en unos dias mas podia haber celebrado un mes de rehabilitación pero no, ahora todo su esfuerzo volvia a cero y no podía sentirse peor.
- Ya te dije que no paso nada- se separó ligeramente del mayor y le sostuvo de las mejillas con ambas para después dejar un casto beso en sus labios y hacer lo mismo en sus mejillas y finalmente en su frente -Ya todo esta solucionado, solo promete que esto no volverá a pasar- le susurro dulcemente y fijo sus ojos grises en el contrario.
-Yo-o lo prometo, Jiminie- sollozo y volvió a abrazarlo con mucha fuerza. Tenía miedo de que el pequeño se cansara en algún momento se cansara de esta situación y decidiera dejarlo, él definitivamente no lo soportaba. habían pasado demasiadas cosas juntos como para que ahora se separaran y aunque en el fondo sabía que era muy probable que recayera en un corto tiempo, agradecía que siguiera con esa rutina, de él prometiendo que no lo haría más y el otro fingiendo que le creía.
él realmente quería cambiar, dejar de lastimarse y sobrellevar esta relación tan hermosa que tenían, no era amor de pareja y menos algo sexual aunque los coqueteos nunca estaban de más, pero él sabía que una persona rota no se reparaba otra vez, por lo menos el no lo haría.
Pasaron 50 minutos y Jin ya tenía una nueva venda en la muñeca derecha, jimin se encargó de dibujarle una carita feliz mientras se la ponía además de susurrarle frases cliché pero con mucho afecto, prefería ser el el que consienta al mayor mientras el otro prefería dejarse mimar, se sentía seguro con el, talvez no lo amaba y el contrario tampoco a el pero ese lazo que habían creado era muy especial.
El castaño sonrió cuando el más bajo se acomodo a su lado para ver la película que habían encargado, la pizza se había terminado hace mucho y la noche ya no era tan virgen, pasaban más de las doce, lo que significaba que el turno del mayor iba a empezar dentro de poco, no tenía el mejor semblante pero trabajar era sinónimo de dinero y eso era lo que más se usaba en este mundo si por lo menos querían cumplir con las necesidades fisiológicas básicas.
-No vayas, quédate aquí conmigo- susurro el menor sin mirarlo directamente
-Amaria quedarme y dormir contigo, realmente lo necesito pero sabes que ya falté dos días la semana pasada gracias a eso camarones que compraste-
-En mi defensa, se veían muy decentes, ademas ya me disculpe- hizo un puchero infantil y luego le sonrió tímidamente, sabía cómo convencerlo.
-Pero eso no me salvo de pasar dos días en el baño- se quejó y luego comenzó a dejarle tiernas caricias en el cabello, mientras el contrario sonreía.
-Temo que te pase algo, ya sabes- miro la venda- no quiero que tengas una crisis y yo no poder estar ahí, no me lo perdonaría, no otra vez-
El mayor le dejo un casto beso en los labios y se alejo de el para comenzar a vestirse, usaria el mismo terno de la semana pasada y el saco ya estaba en la entrada, tenía que trabajar.
-¿Jin?- hablo esperanzado
-Ire y tu dormirás, ya me siento bien Jiminie- le regalo una sonrisa -Volveré de mañana así que no te desveles, mañana debes ir al turno de mañana con Jeon-
-Lo se, pero no quiero ir- se quejó mientras prendía su teléfono y dejaba al descubierto una foto de ellos dos juntos en su celular.
-Sabes que ese niño no te dejara ir jamas, Jiminie- se rio mientras terminaba de acomodarle la corbata
-Dos años y aun no entiende que no podemos estar juntos-suspiró y cerró los ojos
-Si talves no le dieras esperanzas...-
-Sabes que no se las doy, además hace meses que no compartimos nada carnal-se sonrojo un poco y luego volvía a ver a Jin que le sonreía divertido.
-Información innecesaria, sabes que soy celoso de lo que es mio- se acerco y lo levanto en brazos para dejarle un beso prolongado en sus pomposos labios.
-Jin...- jadeo débilmente y se separo ligeramente con las mejillas sonrojadas.
-Diviértete, me debo ir- le sonrió coqueto y luego señalo el cajón inferior con el mentón mientras se alejaba.
-Siempre me dejas con ganas, no es justo- se quejo mientras se cubría con las sábanas
-Es divertido, perdona-
-Ya vete que me debo ocupar de mi yo necesitado-
-Diviertete, cariño- le dejo un beso volado y desapareció por la puerta.
-Maldito Jin- se removió incomodo mientras buscaba algún video pornografico y se deshacía de su ropa interior.
-Me las pa-pagara- gimio para después concentrarse en las imagenes del movil.
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Cuando la Rosa Negra te saluda
Fanfiction-Supongo que fue mas divertido de lo que suena en mi cabeza- suspiro agotado de todo lo que habían pasado durante este último año y simplemente se dio la vuelta mientras imaginaba como le diría a su mejor amigo que lo único que quería era comer hela...