Tenacidad

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Ayúdame, me quema por dentro, necesito sacar esto de dentro de mí, esta maldita agonía de no tenerte a mi lado.

-¿Que Mikey-kun qué? -no era posible, definitivamente no lo era, acababa de llegar hacia un día de su último salto termporal al pasado y le venían con eso, había pasado mucho trabajo y derramado muchas lágrimas, debía ser una broma

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-¿Que Mikey-kun qué? -no era posible, definitivamente no lo era, acababa de llegar hacia un día de su último salto termporal al pasado y le venían con eso, había pasado mucho trabajo y derramado muchas lágrimas, debía ser una broma.

-¿Cuál es la sorpresa? Ya lo sabías, estás algo extraño, Takemichi, ¿te encuentras bien? -decía con preocupación en su voz aquella pelirrosa, no le gustaba ver a su prometido tan abrumado y confundido.

-Pero si yo... y-yo... se supone que... -un nudo de nervios se formó en su estómago, el sudor frío bajaba por los laterales de su rostro, su pecho dolía, ¿Mikey se había alejado de todos? ¿Así nada más?- ¿D-dónde está?

-¿Cómo voy a saberlo? Él se fue hace mucho y pocas veces mencionamos su nombre, nos dejó a todos -el pelinegro la observó pensativo-. Ni se te ocurra Takemichi, te conozco bien, ¿acaso se te olvida lo destrozado que quedaste? A mí no, pasaste más de un mes sin querer comer, olvida eso que está pasando por tu cabeza -ella lo sabía, esa mirada de determinación, esa luz en sus ojos, no era buena señal, al menos para ella.

-Pero Hina...

-No, olvídalo -se dió la vuelta acomodando la ropa que había lavado, Takemichi bajando la mirada, apretando sus puños.

¿Tanto esfuerzo para nada? Todos se habían salvado ¿Pero que había de Mikey? ¡No era justo! Mikey se esforzaba por todos en el pasado, siempre con una sonrisa radiante para darle ánimos a sus subordinados en situaciones difíciles, él más que nadie se merecía ser salvado, y Takemichi ya lo había decidido, si Mikey no se salvaba, su trabajo aún no había terminado.

-Voy a salir... -dijo caminando hacia la puerta del cuarto, Hina giró su cabeza en su dirección al instante.

-Takemichi -regañó.

-Voy a la tienda de mascotas, Chifuyu ayer me llamó para que fuera -sonrió nervioso antes de salir, la pelirosa suspirando, no dejaría si estaba en sus manos que Takemichi volviera a llorar por otros, que volviera a mirarle preocupado, abrumado, con el peso en los hombros de salvar a todos los que se encontraban mal o corrían peligro.

Pero desgraciadamente, el de cabellos oscuros lo había decidido con la sangre caliente, sin pensarlo dos veces, debía primero que nada buscar a Chifuyu, su mejor amigo, en él podía confiar, sabía que no lo defraudaría y lo entendería... ¿o no?

-Definitivamente te volviste loco -pues al parecer la idea no le agradaba ni un poco.

-¡Vamos Chifuyu! Solo dime si sabes dónde está -más que una insistencia parecía una súplica, se atrevería a rogarle solo por saber la ubicación de su amigo.

-Takemichi, tengo trabajo que hacer, ahora no estoy para soportar tus caprichos -decía el de ojos azulados y cabello negro mientras se volteaba a dónde los estantes de comida para gatos, dirigir la tienda de mascotas no era tarea fácil, mucho menos ahora con su amigo y sus caprichos.

❝𝐈𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓❞🔞[𝐌𝐈𝐊𝐄𝐘 𝐗 𝐓𝐀𝐊𝐄𝐌𝐈𝐂𝐇𝐈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora