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~Omega en problemas~
Advertencia:
Contiene abuso infantil y sexual, por favor, si no es de su agrado adelantar hasta el próximo capítulo.

Ya habían pasado 3 meses desde que Oliver había sido marcado, vivía un tanto más sumiso con el alfa de nombre Yutari.

Oliver se encontraba junto a él alfa quien estaba haciendo la comida.

Su cuello ya no dolía tanto, pero al tacto ardía.

-pequeño, ven-dijo el alfa haciendo que saliera de su burbuja, acercándose a yutari.

Este lo tomó en brazos y le acercó una cuchara para que probara lo que estaba cocinando.

Oliver abrió su pequeña boca y entró la comida, asintió con la cabeza, diciendo que era de su agrado.

Al terminar de cocinar el alfa, fueron hacia el comedor y se sentaron  a comer.

Mientras comían el pequeño sentía la mirada de yutari sobre el, haciéndolo sentirse inseguro.

Sintió algo en su muslo derecho, algo que rozaba subiendo y bajando.

Este miro hacia abajo y encontró la mano del alfa, quien lo miro y luego apretó la pierna del menor haciéndolo soltar un jadeo.

El alfa lo miro a los ojos y con 2 dedos de la mano derecha hizo seña a que se acercara a el.

Oliver se paró lentamente y se acerco.

Yutari lo tomó de la cintura y lo sentó en sus piernas, haciendo que Oliver se asustara, trató de levantarse pero el agarre en su cintura  se había volvió fuerte, asiendo que soltara un chillido.

-Sabes, es momento de tener decencia pequeño-dijo yutari mientras se levantaba con Oliver en brazos directo a la habitación cual compartían.

N-no, por favor-decía Oliver tratando de salir de los brazos del alfa quien lo aventó a la cama.

Oliver trató de pararse rápidamente y bajar de la cama pero yutari lo agarro de la camiseta y lo jalo hacia el.

Se montó encima de el pequeño y empezó a besarlos de manera brusca, dejaba besos en sus labios y cuello, los cuales empezaban a bajar de su cuello a su pecho.

Después dejo de sentir la enorme camiseta del alfa y solo sentía los escalofríos que le causaban los roses de los labios de yutari en su pequeño cuerpo.

Sentía como una de las manos del alfa bajaba a su cintura y lo apretaba más, mientras tomaba con la otra las dos manos del menor.

La mano que se encontraba en su cintura empezaba a hacer movimientos que le provocaban más escalofríos.

Pa- para PARA para por favor, por favor- decía tratando de retener las lágrimas que bajaban por sus mejillas y caían por su pecho descubierto.

Porque razón pararía cachorrito, si no tengo desendencia, quien sería- dijo mientras bajaba la mano de su cintura a dentro del pequeño pantalón cual ahora estaba hasta sus muslos.

De repente se empezó a sentir pesado y cansado, veía todo moverse y sentía que se desmayaría.

Solo veía rápidos recuerdos, si, recuerdos.

Los recuerdos eran borrosamente de como yutari lo tomaba y anudaba dentro de él, aunque no supiera qué era anudar y qué significaba.

También recordaba todos los besos y caricias que le daba el alfa mientras lo tocaba.

Solo eran recuerdos, recuerdos que le dolían.

Le dolían igual que su pequeño trasero el cual no podía mover, al igual que todo su cuerpo.

Oliver se encontraba acostado arriba de yutari, mientras el mayor estaba totalmente dormido.

Se encontraba arriba de este ya que seguían anudados, cualquier movimiento y era demasiado doloroso.

Oliver ya había despertado desde hacía unos minutos los cuales le eran eternos al sentir a el alfa dentro de él.

Unos minutos bastaron para que pudiera moverse con mayor comodidad aunque aún no pudiera sacar a el mayor de el.

En un movimiento que hizo despertó por accidente a el mayor quien lo miró y luego sintió que el pequeño se encontraba encima suyo aún.

¿Mi pequeño cachorro aún no puede salir?-pregunto con sarcasmo yutari.

Oliver trató de salir con mucho cuidado de encima del alfa.

Al sacar a el alfa de su interior sintió como algo liquido  bajaba por sus temblorosas piernas.

Miro a el alfa preocupado, yutari solo lo miraba con una sonrisa. Su plan estaba funcionando.

El pequeño al salir de encima de yutari calló de lado en la gigantesca cama que tenían.

¿Estas muy cansado?-pregunto yutari mientras ponía su brazo en la pequeña cintura del omega.

El pequeño Omega no hizo ningún movimiento ni un ruido, solo quedó en silencio, el cual luego el alfa se dio cuenta de que el pequeño Omega se había quedado dormido.

26/05/22

Uno y medio Sano        [Manjiro Sano] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora