Isabella Robert, el mayor orgullo de sus padres como su primera hija, agente secreto de la INTERPOL enviada a misiones encubierta y saliendo victoriosa.
Todo dará un giro de 360° después de que la manden a Italia por el Capo Italiano.
Donovan Russo...
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En mi mente pasaban miles de escenarios, mis hermanos, mis padres y mi abuela me estuvieron buscando y yo no les conteste por andar de caliente, el ultimo mensaje de Amarilis decía que llegara lo mas pronto posible a la casa. Cuando llegue a la casa no había nadie mas que mis escoltas y los que limpiaban la casa lo cual me dejaba en incertidumbre, así que simplemente me cambie de ropa para después subir a mi auto y conducir a la sede con los escoltas detrás de mi. Subí rápidamente a la oficina de mi mamá y la abrí llevándome la sorpresa de estaba toda mi familia
-¿Estas bien?-dijo mi papá acercándose a mi y revisando todo de mi, pero estaba bien, mas que bien había recibido la mejor noche de mi vida y eso lo debía de omitir
-Lo siento-dije viendo a mis papás junto con mis hermanos, a mi mamá parecía que le había descansado el alma
-¡Abandonar un evento como el de anoche no es digno de ti Isabella ¿En qué estabas pensando? Claro que no pensabas, nunca pensé que tener que darte un regaño y ahora lo estoy haciendo!-grito mi abuela acercándose a mi molesta como una fiera, la entendía
-Dijo que lo siente mamá, ninguno de mis hijos esta acostumbrado a ese tipo de eventos y mas que las personas los asfixien-dijo mi papá tratando de calmar a la abuela, pero era estúpido hacerlo
-¡Si quiere ser una agente reconocida debe de hacerlo, codearse con toda esa gente la iba a reconocer!-dijo mi abuela volviendo a gritar, mis hermanos simplemente querían desaparecer de ahí, entonces lo que todos nos desconcertó fue como tiraron un vaso hacia la pared justamente a lado de la abuela. Todos volteamos a ver a mamá quien estaba mas que enojada, ella había aventado el vaso
-No voy a permitir que le vuelvas a faltar al respeto a uno de mis hijos, podrás ser su abuela pero yo soy su madre, yo los tuve nueve meses, yo los parí, yo los crie y dudo mucho que eso tenga menos peso que al ser su abuela no te tomes atribuciones que no te corresponden en mi casa, en mi matrimonio y mucho menos en la vida de mis hijos-dijo mi mamá soltando todo dejando a todos callados e impactados, ella era la que siempre se callaba las cosas
-Patrick, dile algo a esta mujer-dijo mi abuela saliendo de su shock y viendo a mi papá esperando que regañara a mamá por hablarle así a su madre
-Mamá, Gabriella tiene razón, todos aquí tenemos que trabajar, así que te pido por favor que te retires-dijo mi papá tratando de meditar las aguas, pero mi abuela salió hecha una furia, Camilla se acerco a mi y me dio mi comunicador el cual coloque en mi oído
-Agente Halper, Walker y Paulsen a la oficina de la subdirectora-dijo mi mamá tocando su comunicador, nadie decía absolutamente nada hasta que tocaron la puerta-Adelante-dijo mi mamá, entonces los tres agentes entraron y mi amiga me vio curiosa para que le dijera lo que pasaba al ver mi cara
-Anoche el informante nos dio lo que queríamos y en base de eso sacamos muchas cosas, tenemos la posible cara de Donovan Russo Cornel, Charles Cornel Quiper y Alejandro Ferro Jaén, señoritas y caballeros les presento a la pirámide Italiana-dijo mi hermano entonces en la pantalla mostraron tres fotos y no lo podía creer, que estúpida había sido, me había acostado con un mafioso y lo peor es que lo había disfrutado, deje de escuchar a mi hermano para pensar en cada orgasmo que me causo, cada embestida que me dio, cada beso que nos robamos, cada todo