¿Adiós para siempre o hasta mañana?

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Pasaron los días, Caché y yo hablábamos por menciones y no menciones en Twitter. No pasaba un día en el que no nos escribiéramos.

Parecíamos los típicos novios moñas que no dejan de decirse cosas pastelosas ni un segundo del día, pero me encantaba hablar con él y ser tan pastelosa.

Y entonces, un día me dijo que no podía seguir conmigo, porque le gustaba otra chica. No éramos novios, pero sentí celos en cuanto leí esas palabras.

Sentir celos sin ser nada.

Le contestaba muy seca, con puntos al final de cada mensaje, no me gustaba ecribirle así, era como culpar a un inocente y ver su cara de inocencia. Lo mismo, para mi.

Se fue del grupo que teníamos junto con otras personas, le volví a agregar y me fui yo del grupo. Y me habló.

-No deberías irte, es tu grupo. -Me dijo intentanto ser... ¿coherente? ¿reflexivo?-
-El grupo lo creé yo, pero te pertenece a ti porque es en tu honor, ahí estamos tus seguidoras. -O por lo menos unas pocas de ellas, pensé.-
-Da igual, no deberías irte y yo no debería haber aparecido en tu vida. -Me dijo, mostrando arrepentimiento en sus palabras.-

En ese momento mi espalda se tensó, mi ceño se frunció y mis ojos oscurecieron totalmente.

-Si estás en mi vida es porque yo quiero que formes parte de ella.

Y dejamos de hablar y me volvieron a agregar al grupo, y él dijo que se iba de fiesta. Bien, pensé.

Jueves, levantarse pensando en él. Fantástico. Le escribí cuando iba de camino al IES, no me va a contestar, lo sé, pero por intentarlo no pasa nada, dije. Así que le di los buenos días tanto por Twitter como por Whatsapp.

No me contestó durante las 3 horas siguientes, así que en el descanso que tenemos, dejé el móvil en clase. Mala idea pensaba yo, porque si me hablaba no podría responderle enseguida, pero tmpco tenía esperanzas de que me hablara dsps de nuestras últimas conversaciones.

Pero llegué a clase, y vi mi móvil con una notificación. Era él. Me había contestado. A pesar de todo, había leído y respondido a mi mensaje. No hice la croqueta por estar en clase.

Abrí nuestra conversación. Y lo que leí había hecho que mi mundo dejara de dar vueltas.

¿Un capricornio y una tauro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora