¿Un capricornio y una tauro?

Malas noticias.

Abrí esa conversación... Me había dicho que la noche anterior se había acostado con una chica. Me había dolido, pero no sabía por qué, yo tenía pareja desde hacía dos meses, se suponía que le quería, así que no entendía por qué me había dolido que se acostara con otra que no fuera yo.

Él podía hacer lo que quisiera con su vida, acostarse con quien quisiera, no lo entendía.

No hablé con él, le dije que vale, y nos despedimos, no hablamos en todo el día.

Llegué a casa y mi madre me había dicho que tendría que salir toda la tarde, así que aproveché para llamar a una amiga y decirle que si me acompañaba a la biblioteca.

Estudiamos, aunque fue en vano, ya que no me concentraba, así que mientras mi amiga estudiaba física yo me puse a leer un libro "El llanto de los elefantes".
Un libro precioso pero solo pensaba en Caché y no me concentraba, iba a coger mi móvil cuando mi amiga me miró con cara de "¿me lo vas a contar ya o tengo que preguntarte?". Contuve el aire en mis pulmones y le di una rápida mirada a mi amiga.

-Alejandra, querida, ¿eres consciente de mi mirada? -me dijo, pero la ignoré y desbloqueé el móvil para abrir whatsapp, tenía mensajes.
Mi mejor amiga optó por quitármelo de las manos ya que no le hacía caso alguno.
- Ale, te estoy hablando. -dijo enfadada. No me gusta verla enfadada y menos en un sitio público, da miedo.
- Si y yo te estaba ignorando. -Voltee mis ojos para dar con el libro de física. Suspiré, sentía su mirada clavada en mi y era algo que me incomodaba. - Está bien, joder, te cuento. - Proseguí a contarle lo que me pasó con Caché pero lo contaba de forma que no me interesaba, pues era un amigo homosexual que gustaba de una chica que no era yo... Intentaba no darle importancia... En vano, por supuesto.

Salimos a la cafetería y mientras mi amiga pedía dos cafés para llevar yo salí a coger aire.
Le hablé... Le echaba de menos... Pero ¿y si le molestaba? ¿Y si se enfadaba conmigo por hablarle? ¿Y si se alegra?
Creo que voy a casa a descansar.