¿Deseo? ¿O...?

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Capítulo 6: ¿Deseo? ¿O...?

—¡Vamos, Len! ¡Has andado todo el tiempo distraído! —demandó su atención su gemela a un par de pasos delante de él, para luego continuar rebuscando entre los artículos del supermercado de manera energética.

"La amo" le respondió su mente de manera automática.

—Qué carajos... —musitó para sí mismo de manera inaudible.

Tener a Rin cerca jamás antes se le había hecho tan difícil, incluso con las dificultades a las que se habían enfrentado juntos en el pasado.

—Amo estas cosas... ¡Aahh! —exclamó la chica al provocar accidentalmente la caída de algunas bolsas de bocadillos.

"La amo" repitió la voz de Len en su fuero interno, mientras sus ojos se deleitaban con la ternura de su hermana. No lograba comprender qué le sucedía. Claramente no era la primera ni la segunda vez que admiraba la belleza de su gemela, y sin duda estaba al tanto de lo mucho que la amaba. Por supuesto, era y había sido la persona que más amaba en su vida. Pero no terminaba de intentar entender por qué su cabeza se esmeraba en repetírselo cuando la miraba, una y otra vez desde aquel incierto amanecer de resaca.

—Ya está... —murmuró Rin después de haber ordenado, más o menos, el desastre que acababa de ocasionar— ¡Mira Len, hay fresas! Y se ven súper rojas, tenemos que llevar algunas —se dirigió a él sonriendo.

—Te ves tan linda cuando sonríes —pensó en voz alta el aludido.

—Jo, Len, de nuevo andas diciendo esas cosas narcisistas —respondió ella en tono bromista.

Sin embargo, no se encontró con la dinámica usual que se instauraba entre ellos cada vez que Len hacía un comentario de esa naturaleza. Su expresión no era de júbilo, sino de seriedad. O al menos, así lo interpretó Rin confundida. Pero realmente, una palabra más acertada para definir lo que se reflejaba en su mirada era embelesamiento. La sonrisa de Rin se desvaneció.

—Bueno, vamos andando —se volteó quitándole importancia al asunto, cogiendo los frutos rojos a su paso.

Len la siguió con tranquilidad, sin darse cuenta en absoluto del desconcierto de su hermana, y continuó admirando mentalmente su silueta avanzar delante de él. "La amo" repitió su mente, esta vez sin interés de establecer pleito contra ella.

Al llegar a casa después de hacer sus compras, Len comenzaba a notar que su esquema mental dejó de enseñarle la sensación de que eran hermanos viviendo juntos, sino que ahora le brindaba la de un hombre y una mujer que vivían solos en la misma casa. Tragó saliva tras darse cuenta de ello. Sin embargo, otro rincón de su mente no desistía en resistirse a aceptarlo. "La amo" volvió a sonar como un disco rayado en respuesta a su obstinación. La frustración comenzó a invadirlo.

Rin notó de inmediato que Len se encontraba contrariado. Y, luego de haber soltado cuidadosamente las bolsas de suministros que había cargado al interior del departamento, en un rápido movimiento de dos saltitos se lanzó sobre él en dirección a su cuello, el cual rodeó con sus brazos para luego besar cariñosamente su mejilla. Len la recibió con ímpetu, su cuerpo reaccionó al de su hermana de manera instantánea antes de tener la oportunidad de procesar el movimiento mentalmente. Rin sonrió mientras su gemelo la apretaba desde su espalda baja con sus manos, rodeando su cintura con sus gentiles brazos. A pesar de que percibiera que Len se encontraba extraño, incluso hasta un poco distante con ella a ratos, se consolaba con la explicación de que debía de ser su imaginación, porque el cariño que sentía cuando sus cuerpos entraban en contacto de maneras no sutiles aparentaba ser bastante auténtico.

Eterna Noche de Luna NuevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora