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-Lo siento-. Pronuncio Alonso cuando no pudo lograr una erección. Apenado miro a Valentina.

-No te preocupes-. Valentina suspiro aliviada. En todo momento José Miguel estuvo en su mente, y la verdad era que, no tenía ni las más mínimas ganas de hacer el amor con Alonso.

-No sé que me paso..-

-No es la primera vez-. Añadió Valentina.

-Tal vez es el estrés-. Intento justificarse.

-Déjalo así-. Sonrió. -Ahora si no te molesta quiero descansar-

-Esta bien-. Deposito un beso en la mejilla de su esposa y salió de la habitación.

*

-¿Qué pasa?  ¿Nuevamente tu mujercita no te prendió lo suficiente cómo para lograr que le hicieras el amor?-

-Cállate Ivanna, alguien nos puede escuchar-

-Ven-. Ivanna lo tomo de la mano. -Te voy a dar lo que tu amada esposa no puede-.

Y así era siempre. Alonso podía hacer de todo con Ivanna, así tuvieran tan sólo unos minutos, e inclusive con la presión de que alguien los pudiera ver. Pero con Valentina algo pasaba, que de un tiempo acá no lograba poder "cumplir" con su supuesta labor de esposo.

_______

Al día siguiente Valentina se levantó desde muy temprano. Tenía bastante trabajo y quería terminar todo en cuanto antes, aún que a decir verdad en su hacienda siempre había cosas que hacer.

-¿Vas a salir mi niña?-

-Si nana-. Tomo algo de dinero. -Iré a ver a la familia de Chuy-

-¿Y eso?-

-Me entere que están pasando por un muy mal momento económico, y quiero ayudar-

-¿Y qué no es ahí donde vive también el joven José Miguel?-

-No tengo idea-. Mintió.

-Si claro-. Benita sonrió y vio alejarse a Valentina.

*

En cuanto se bajo de su caballo vio a lo lejos a José Miguel. Pensó mucho en si hablarle o no, pero de cualquier manera tenía que hacerlo, su plan era darle el dinero a él y que fuese él quien le diera el dinero a los papás de Chuy.

-José Miguel-. Grito desde lo lejos, y el moreno volteó de inmediato.

-Valentina-. Sonrió y corrió hasta dónde ella estaba.

-¿Cómo estás?-. JM quiso saludarla, pero ella se alejo.

-Bien-. Trataba de sonar dura. -Necesito pedirte un favor-

-Dime-. Le sonrió, y ese gesto hizo sentir cosas maravillosas dentro de Valentina.

-Me entere por casualidad que la familia de Chuy la está pasando algo mal en cuanto a lo económico, y quiero ayudarles-. Saco el dinero que llevaba guardado. -Es obvio que a mí no me lo aceptarán, por eso quiero que seas tú quién se los de y les digas que es de tu parte-

-Valentina, yo con todo gusto te ayudaría, pero en primera no quiero atribuirme una acción que yo no hice, y segunda no me van a creer que soy yo el del dinero, mi situación económica es similar a la de ellos-

-Creo que fue un error venir-. Dio media vuelta. -Disculpa por molestarte-

-Espera-. La tomo del brazo. -¿Por qué no quieres entregarles el dinero tú?-

-No me conocen, lo pueden tomarlo a mal-

-Ellos no te conocen, pero yo si-. La miro. -Si quieres puedo acompañarte, además Chuy te quiere mucho, pueden pensar que más que nada lo mejor estás haciendo por él-

-¿Crees que funcione?-

-Si no lo intentamos nunca sabremos-

-Esta bien, vamos-

-Antes me gustaría hablar contigo-

-No tenemos nada de que hablar-

-Tú sabes que si-. Se le acercó.

-Te pedí que olvidaras lo que paso, es algo que si por mi fuera lo borraría por el resto de mi vida-

-¿Tan mal estuvo?-

-El beso fue maravilloso-. Hablo sin pensar. -Pero-

-¿Pero?-. Cuando Valentina se dió cuenta, JM ya estaba a tan sólo centímetros de su boca.

-Vamos a casa de Chuy, por favor..-.  La respiración comenzaba a faltarle.

-No, primero hablamos-. Seguía acercándose más.

-Te prometo que después de ir con ellos hablaremos-. Le miro los labios y ansió con todo su ser poder besarlo.

****

-Ves, te dije que no sería tan difícil, a los papás de Chuy les caíste muy bien-

-Sí, se portaron demasiado amables conmigo-

-Contigo cualquier persona puede ser amable-. Se acercó de nuevo a ella.

-¿Podrías alejarte?-

-¿Por? ¿Te pongo nerviosa?-. Poso una de sus manos en la nuca de ella.

-N..no-. Trato de esquivarle la mirada.

-¿Entonces?-. José Miguel la miro fijamente. Sabía que se estaba arriesgando demasiado, pero en ese momento nada le importaba. La miro una vez más y la beso.

Soy tu dueñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora