ᴏɴᴇ ᴘɪᴇᴄᴇ - ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ'ꜱ

Marco The Fénix

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          │❛ Ese momento en el que te conocí

         │marcó mi vida y mi corazón para               

            siempre... ❜

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Miraste al rubio que reía a más no poder con los nakamas mientras bebía sake, su sonrisa era un encanto para ti, cada vez que la notabas sentías un cosquilleo en el vientre, oírlo era un deleite y peor aún cuando pronunciaba tu nombre, te causaba ternura su forma de protegerte de cualquiera, ya sea algún nakama baboso o de los enemigos, siempre tiene un ojo encima tuyo. Pero... Había un problema, todo esto lo hacía porque eras su familia, una hermana más en la tripulación de Shirohige, sus cuidados, su manera de tratarte era con esa intención y eso lentamente te iba matando.
¿Por qué te habías enamorado de él? Aquella primera vez que te vio llorando por tu pasado, aquellos recuerdos dolorosos que atormentaban tu ser y te hacían dudar de ti misma, de si valias la pena o incluso si eras un estorbo para la tripulación. Él simplemente apareció y en pocas palabras te hizo sentir que todo lo que habías pensado y las dudas desaparecían de un abrir y cerrar de ojos.

Ahora nadie te hará daño, te protegerán todos aquí, incluyendome-yoi...

Te sonrió de aquella manera cálida que muy pocas veces mostraba y caiste rendida, tu tonto corazón no podía con tanto.
Desde ese entonces tratabas de hacerte notar, de demostrarle que eras una mujer grandiosa, incluso a veces lo ayudabas con sus deberes o la parte más difícil que era controlar las provisiones. Todo lo hacías con tal de estar al menos algunos minutos a su lado y que él supiera que estabas allí para lo que necesitase pero no veías ninguna pizca de que te viera con otros ojos.
-Maldición...-suspiraste hundiendote de hombros mientras bebias de tu sake.
-¿Sucede algo pequeña?-se asomó el pecoso a tu lado.
-Nada-volviste a suspirar aún viendo al rubio que ni siquiera te notaba.
-¿Otra vez lo mismo?-se sentó a tu lado comiendo una pata de pavo y en la otra mano llevaba el jarrón de madera con sake.
-¿Tan obvia soy?-tus ojos ___ se posaron en Ace.
-Demasiado-alzó apenas los hombros-¿Por qué no se lo dices y ya?
-¿Estás loco?-te alteraste, con tan solo imaginarlo tu corazón latía con fuerza.
-¿Por qué? Es una confesión, nada del otro mundo.
-No es fácil-volviste a mirarlo-aparte... ¿Que vería en alguien como yo?
-Eres bonita-habló con la boca llena-estas más loca que una cabra, pero....-se detuvo ante tu mirada asesina y se metió la pata de pavo entera a la boca.
Las risas se oyeron, los dos observaron dónde un grupo de mujeres se acercaba al grupo de piratas, entre ellas habían puesto sus ojos en Izo, Tatch y Marco.