ᴏɴᴇ ᴘɪᴇᴄᴇ - ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ'ꜱ

ꜱᴀɴᴊɪ ᴠɪɴꜱᴍᴏᴋᴇ.

•☾-❛❜

ˆˇˆˇ

• • ︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿ • •

﹏﹏ Los latidos dicen lo que callan las palabras. ﹏﹏

. . . . . . . . . . . . . . . . . . 💛

Miraste con una ceja alzada al rubio que había sido diagnosticado por una fuerte gripe.
-Pero estoy bien-le restó importancia a las palabras del reno.
-Claro que no Sanji, estás muy mal. Y está gripe se debe a que nunca descansas, debes hacer reposo.
-¿Has oído?-hablaste, Sanji te observo juntando las cejas.
-Pero ¿Quien se hará cargo de la cocina?
-Yo lo haré-respondiste de inmediato-se manejarme con ello.
No era que no confiaba en ti, lo hacía plenamente pero no deseaba que hicieras su trabajo, era mucho.
-No, claro que no dejaré que hagas mi trabajo-se levantó de la cama-¿Ven? Estoy bien-quiso dar el primer paso pero su cabeza que le daba mil vueltas no lo permitió, simplemente se tambaleó. Te acercaste para tomarlo del brazo y pasarlo por tus hombros.
-Claro que no lo estás-suspiraste-ahora mismo irás a descansar, quieras o no. Déjame eso a mi Choppi.
-Te lo encargo-sonrió-y toma, luego de comer debe tomar este medicamento-extendió una pastilla roja.
-Gracias-la agarraste y abandonaron el cuarto-consultorio de Chopper.
-Estoy bien ___-chwan-te miró con las mejillas carmín de la vergüenza de tenerte tan cerca.
Eras la única mujer con la cual no actuaba de manera idiota. Siempre que estaba contigo era dulce si, pero no sé sobrepasaba o era un tedioso insistente. En un principio no ibas a negar que eso te desanimado un poco al pensar que no lo hacía porque eras fea, pero luego poco te importo y agradecías que fuera tan gran amigo contigo. Desde compartir horas de charlas, desayunos, meriendas y sumando a ayudarlo en la cocina aunque no quisiera, pero ahí estabas tú alegrando su día con alguna locura.
-Bien, así será mejor-lo dejaste en la cama-ahora debes descansar como dijo Chopper-te agachas y quitas los zapatos.
-¡No ___-chwan! ¡Yo puedo!-sus manos se movían hacia todos lados con nervios y su rostro era un poema, te causaba tanta ternura.
-No es nada-le restas importancia, vuelves a tu postura y acercas para desprenderle los botones dorados del saco. Sanji deja que lo hagas, tu acercamiento y dulce fragancia le habían gustado tanto que le daba pena decirte ¿Por qué? ¿Por qué contigo era así? Esa duda le carcomía la mente.
-De la cocina no te preocupes, sabes que puedes contar conmigo a pleno-le quitaste el saco y dejaste sobre una silla que decoraba el cuarto-no dejaré que Luffy se coma todo, se las vera conmigo primero.
Él rió encantado con tu actitud tan dulce, estaba tan agradecido de que fueras parte de ellos. No se hubiera imagino terminar de esa manera contigo, tan unidos, tan...

¿Enamorado?

Esa pregunta se formuló en su mente, te veía detenidamente sin que lo notaras. Era cierto que contigo era diferente que con las demás, porque le era tan difícil demostrar su amor por ti. No quiere que lo veas como un mujeriego que siempre viene con el mismo cuento, al contrario. Deseaba que lo vieras con ojos diferentes ¿Cómo sucedió? Ni él lo sabía, pero notaba que cada vez que hablabas con algún chico le molestaba que le sonrieras dulcemente o compartieras algún momento. Incluso llegó a pelear con Zoro por sus ataques de celos.

Estoy enamorado de ____.

Se hundió más entre las sábanas y solo vió como le regalabas una sonrisa cálida tras cubrirlo con las mantas.
-Iré a hacerte una deliciosa sopa de verduras. Eso te devolverá las energías-te levantaste y acercaste a la puerta.
-___-chwan-te llamo, volteaste a verlo como respuesta-¿Me traes primero antes que los demás?
-¿Acaso no confías en mis dotes culinarios?-bromeaste divertida.
-No es eso-negó varias veces con la cabeza-es que quiero ser el primero en probarla...
Sonreíste dulcemente, como te encantaba ese rubio de corazón cálido y tan abierto.
-Claro que si.
Y así fue, preparaste esa deliciosa sopa de verduras con las mejores vibras posibles, con los mejores ingredientes y por sobre todo mucho amor, cómo tu madre te había enseñado.
-¿Sanji está mejor?-se acercó Robin a tu lado.
-Si-asentiste-me costo hacerlo quedar en cama, pero pude-y no pudiste evitar reír.
-Ya veo-sonrió ella-se lo ve muy bien contigo-la miraste un tanto confusa.
-¿Conmigo?-volvió a reír suavemente con una mano en los labios.
-¿Acaso no lo notas ___?-sonrió con ternura ante tu rostro confuso.
-No ¿Que cosa?-parpadeaste varias veces.
-Que le gustas.
Pasaste saliva y tu rostro se prendió fuego ¿Gustarle? ¿Tú?
-¿Y-Yo?-tartamudeaste roja como tomate.
-Si, tú...
-C-Claro que no, mírame lo que soy-llevaste una mano tras la nuca y rascaste con nervios.
-¿Que eres? Una mujer hermosa con sentimientos puros, eso eres-te dedicó una dulce mirada.
-B-Bueno...-miraste hacia los lados-¡Ahora vuelvo!
Serviste el tazón con sopa y te fuiste de allí con el corazón a mil, Robin seguía viéndote un tanto divertida.
-Terminaran juntos-se asomó Nami con una sonrisa en los labios.
-Esperemos que si...
Entraste al cuarto aún con tu tonto corazón enloquecido, Sanji al verte se incorporó con una sonrisa en los labios.
-Ya está lista-te acercaste y depositaste la bandeja con el tazón de sopa con verduras.
Sanji sostuvo la cuchara entre su mano y probó aquel líquido humeante. Tú mirabas expectante a cualquier reacción, para tu alivio era una gran sonrisa.
-Esta deliciosa ___-chwan-te miró con asombro-no sabía que eras buena en la cocina.
-Me se defender-reíste apenas-eres el primero en probar un platillo mío, aunque sea una simple sopa.
-Y eso me hace sentir tan afortunado-te sonrió ampliamente.

¿Y si Robin tiene razón? ¿Él enamorado de mi?

Pensaste, tus manos temblorosas se apoyaron sobre tu regazo. Veías detenidamente a aquel rubio que disfrutaba la sopa como si fuera la última comida de su vida.
-Realmente delicioso-acabó el plato.
-Me alegra oírlo-te acercaste para sostener la bandeja-ahora descansa ¿Si? Eso te hará mu...-te quedaste muda al sentir los labios de Sanji posarse en tu mejilla.
-Gracias ___-chwan-agradeció en un dulce tono de voz.
Volteaste el rostro hacia su dirección con un muy sonrojo notable en tus mejillas.
-Eres asombrosa-comentó ahora y rió con las mejillas pintadas de un bonito carmín.
-Me gustas...-aquellas palabras escaparon de tus labios tomando por sorpresa al cocinero.
-¿Q-Qué...?-tartamudeó sin poder creer lo que oía.
Te diste cuenta de lo hecho y querías que la tierra te tragara.
-Bien, debo irme. Tengo trabajo que hacer-excusa para irte de allí de inmediato pero unas manos sosteniendo tus brazos lo impidieron-Sanji yo...-fuiste interrumpida por unos labios que devoraban los tuyos. Un beso dulce y lleno de sentimientos puros, encontrados y correspondidos.
-También me gustas-confesó-simplemente no encontraba el momento perfecto para confesarme.
-Sanji...-lo miraste detenidamente-¿Es enserio?
-Claro que si-sonrió acunando una mano en tu mejilla derecha-eres diferente y eso me gusta...
Una sonrisa se dibujo en tu rostro y volviste a sellar tus labios con los suyos en un beso.
-Te vas a enfermar...-interrumpió el rubio.
-No me importa-le restas importancia-quiero besarte mucho.
¿Cómo negarse a eso? Sanji simplemente acepto y continuo llenandote de besos que había guardado durante mucho tiempo.

A los pocos días tú habías caído en cama.
-Algo no me cuadra aquí...-habló Nami y miro un tanto divertida a Robin.
-No paso nada-dijiste cómo pudiste ya que te dolía la garganta.
-___-chwan, yo cuidare de ti-se hizo presente el rubio tomando una de tus manos-me quedaré a tu lado hasta que te recuperes amada mía...
Tenías fiebre y con el calor reciente por la situación se hizo peor.
-Creo que estoy mareada...
-¡___-chwan!-gritó un exagerado rubio.