ᴏɴᴇ ᴘɪᴇᴄᴇ - ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ'ꜱ

ᴇᴜꜱᴛᴀꜱꜱ ᴋɪᴅ.

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✧   Contigo siempre lo que
          con nadie nunca...✧

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-¡Déjame en paz! ¡Eres una molestia!

-¡Claro que no!-gritó, era la primera vez que le levantaba la voz y eso lo había tomado por sorpresa-¡Me quedaré aquí y cuidaré de ti, quieras o no! ¡Te quiero y quiero lo mejor para ti!-mostraba una expresión de enfado pero era todo lo contrario.

Desde ese momento el trato entre ambos había cambiado, Kid había aceptado sus cuidados y por sobre todo dejó entrar aquella luz a su oscuro lugar.

-¿Te encuentras mejor?-le sonrió cálidamente, nunca había encontrado malicia en aquel rostro.

-Si, estoy mejor-respondió contemplando como le cambiaba los vendajes-¿Y tú?

-Yo estoy bien-respondió animadamente-si tú lo estás, yo también lo estaré...

Esa luz que fue iluminando cada rincón de su ser para acogerlo de manera cálida y protectora.

-Dejará cicatrices-habló al notar cada una, ni se quería imaginar en el rostro.

-Te hace ver más varonil-comentó pensativa-más llamativo para las mujeres.

-¿A pesar de no tener un brazo?-enarcó una ceja un tanto irónico.

-Más todavía, un hombre rudo el cual toda mujer querría en su vida-sonrió sin alzar los ojos, los mantenía en su piel.

-¿Y que hay de ti? ¿No te gustan los hombres rudos?

-¿Cómo?-alzó el rostro para observar con un poco de asombro-¿Acaso coqueteas conmigo Kid?

-¿Te emociona la idea?-la oyó reír y para su maldición le encantaba.

Lentamente fue mostrando su lado más dulce, uno que hace tanto tiempo no había sentido aquel pelirojo de mal carácter.
Era a la única que le daba un trato diferente y eso a todos les sorprendía ¿La razón? Nunca la había tratado mal, las veces que se enfada, era ella quien lo calmaba con su tono de voz suave y con las palabras justa para que se le enfriara la cabeza. Incluso Kid lo vió como algo muy positivo y a su vez quizás una bonita relación.

-Maldición, me gustas-confesó de mala gana, no era muy bueno para esas cosas.

Ella lo miró con asombro, no se esperaba que él fuese el primero en lanzarse.

-¿Qué...?-atinó a decir, el pelirojo frunció el ceño y gruño molesto.

-¿Acaso eres sorda?-sus mejillas se tiñeron del mismo color de su cabello-¡Que me gustas!-alzó más la voz.

La peli___ sonrió, estaba encantada por ese hombre malhumorado de pocas pulgas.

-También me gustas, Kid-confesó con una dulce sonrisa en los labios.

-¿Estás segura de ello?-esa pregunta le pareció confusa-después de todo no soy perfecto.

Ella negó rotundamente con la cabeza y se atrevió a acunar las mejillas de Kid entre sus cálidas y pequeñas manos. 

-Para mi eres perfecto-suavizó su voz-desde el momento que te conocí, sentí que debía estar a tu lado no solo como una nakama.

Kid la miró detenidamente y con su única mano la paso tras su nuca, la atrajo y sus labios por fin se unieron en un beso.

Una bonita relación había comenzado ¿Qué les deparaba el futuro? No lo sabían, pero lo que sabían a la perfección es que estarían juntos hasta el final de los tiempos, luchando uno al lado del otro.