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Ya habían pasado 3 días desde aquello, no había tenido el valor de decirle a Jungkook, además este había estado trabajando a pesar de su estado, cuidando a Nayeon más que a su propia vida, no tenía ni tiempo de revisar el celular más que para trabajo.

Aunque hoy se sorprendió al verlo en la entrada de la universidad, hoy su horario era más corto por ser día viernes, así que quizá por eso estaba ahí.

Al verlo de inmediato empezó a caminar hacia él, acelerando el paso para llegar lo más rápido, hasta que llegó a él, tirándose a sus brazos, en estos días casi no habían hablado.

Yoongi estaba nervioso, hoy era el día límite que le había puesto Jieun para el juicio, hoy debió de haber llegado esa carta.

— Hola – dijo Yoongi, para después darle un pequeño beso en los labios.

Jungkook sonrió para devolver el beso, alargandolo más, era un alivio el verlo, que por su agenda y la situación no habían podido verse.

— Necesitaba tanto verte — dijo al separarse del beso, juntando sus frentes.

— También yo.

— Nayeon sale en unos 30 minutos — le dijo mientras que frotaba su nariz con la contraria — ¿Me acompañas? Desde hace unos días que quiere verte.

– Claro que sí – dijo sin dudar, a pesar de pasar poco tiempo con la pequeña le había tomado cariño.

Al parecer la carta no había llegado o Jungkook no la había visto, por el momento no mencionaría nada de nada.

Con esa confirmación Jungkook le tomó de la mano para guiarlo a su auto, quería llegar lo más pronto posible, todos estos días estaba 10 minutos antes, era bastante precavido.

Al estar ya dentro del auto Jungkook comenzó a conducir, lo malo de la universidad de Yoongi es que esta estaba un poquito muy lejos de la escuela de Nayeon, aún así logró llegar 10 minutos antes, así que estacionó y emprendió camino hasta la escuela con Yoongi de la mano.

Estuvieron esperando unos minutos hasta que las puertas se abren y los niños salen disparados para irse pronto a casa, Nayeon era una de esos niños, que salió primero que todos, empujando a algunos, llegando a los brazos de su papá.

– ¡Papito! — dijo cuando ya estaba en los brazos de Jungkook, abrazándolo fuertemente.

— Hola conejita ¿Cómo te fue hoy? — le sonrió apenas la tuvo entre sus brazos.

— Más o menos — bajó un poco la mirada.

– ¿Qué sucedió? — su sonrisa se borró enseguida.

— No es nada — sonrió.

Jungkook dudó un poco, después le preguntaría mejor.

— Bueno, mira quien te vino a ver — y con eso la bajó al suelo, dejando que la nena viera a Yoongi.

Los ojos de Nayeon se iluminaron al verlo y lo abrazó fuertemente, Yoongi le correspondió el abrazo, pero cuando iba a hablar un par de niños interrumpieron.

— ¡Mira, es la niña de papás anormales! — le gritó un niño, apuntandola con el dedo.

— ¿¡Qué se siente no tener mamá!? — gritó el otro.

Nayeon, al escuchar aquello, empezó a entristecerse mientras que sus ojitos se cristalizaron.

Jungkook endureció su rostro, mirando de manera frívola a aquellos niños, quería acercarse pero Yoongi se lo impidió agarrandolo de la muñeca.

— ¡Dejame ir a a darles una lección a esos mocosos! — gritó, más bien, rugió.

— Solo son niños, déjalo pasar — le dijo Yoongi, mientras que abrazaba a Nayeon, quien lloraba.

Jungkook se calmó, pero no lo suficiente, siguió mirando a los niños, quienes habían retrocedido después del grito y ahora empezaron a correr hacia sus madres.

— Estúpidos — murmuró — Vámonos — y con esa afirmación tomó a Nayeon entre sus brazos, a Yoongi de la mano y fueron hasta el auto, donde Nayeon se subió al asiento del copiloto como siempre.

— Conejita ¿Eso tiene que ver con lo que me dijiste hace un momento? — le preguntó Jungkook mientras que encendía el auto y emprendía camino a casa.

— Si — bajó la mirada a sus manitos — Mis compañeros me empezaron a molestar por ti y por Yoongi oppa, pero eso no me molesta — dijo decidida.

— Hablaré con tu maestra ¿Si?

– Bien — sonrió levemente.

Y con eso nadie más dijo nada, hasta que llegaron a casa.

Jungkook estacionó dentro del estacionamiento y bajaron del auto para entrar en la casa, que Yoongi consideraba mansión.

— Nay, ve a cambiarte, voy a preparar el almuerzo.

— Está bien — y con esa afirmación corrió escaleras arriba.

Cuando estuvieron solos Jungkook se dirigió a la cocina a hacer su cometido, con Yoongi siguiéndolo.

— Ahm, Jungkookie, tengo algo que decirte — se lo diría ahora, sin rodeos.

— ¿Qué suce— no pudo continuar debido al timbre — Iré a ver quien es, dime, ¿Qué pasa? — dijo mientras caminaba a la puerta con Yoongi.

— Es... Sobre Jieun — lo soltó y en ese momento Jungkook abrió la puerta.

— ¿Qué? — le dijo desconcertado y más desconcertado estaba por el cartero.

— ¿Jeon Jungkook? — dijo él.

— Si, soy yo — dijo extrañado.

Yoongi ya sabía que era.

— Esta carta es para usted — le entregó la carta y se fue.

Jungkook abrió los ojos en grande al ver la leyenda que estaba en el sobre.

“Citación a juicio”





























































Intenté hacerlo más largo por tanto tiempo que no actualizo, espero les guste ♡.






































¿Me aceptarías si yo... tuviera una hija? - KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora