De un matrimonio sin amor nace una hija, la cual solo cumplió 4 años y vio como sus padres se separaban, ella no quería irse con su madre, para ser pequeña la odiaba, el juez decretó que se fuera con su padre y estuvo feliz cuando se lo dijeron.
Aho...
Un nuevo día y una nueva cita, si, jungkook había conseguido otra cita con yoongi, con la diferencia de que esta vez el rubio le había pedido que se vieran, estaba feliz por aquello.
Veamos, donde dejaría a nayeon esta vez? No podía dejarla al cuidado de nam y jin otra vez, menos podia dejarla sola y jamás le diría a ji-eun que la cuidara, no señor.
Su cabeza se iluminó, tenía una idea.
- conejita.
- que pasa papá?
- quieres salir al parque hoy?
- si!! Quiero jugar - abrazó la pierna de jungkook.
- entonces cambiate - le tocó la nariz.
Nayeon asintió y fue corriendo a su habitación a cambiarse.
Jungkook le mandó un mensaje a yoongi diciéndole que se reunieran en el parque.
No iba a dejar a nayeon sola, esta se iba a distraer jugando en el parque y el aprovecharía de hablar con yoongi.
Unos minutos más tarde se encontraba conduciendo hasta el parque.
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Yoongi estaba caminado por el parque, como jungkook le había dicho que se reunirían ahí decidió llegar un poco más tarde.
Llegó a la zona de juegos, cuando vio a una pequeña caer al suelo, rápidamente se acercó a ella.
- pequeña, estas bien? Te lastimaste?
- oh, no fue nada señor - le sonrío, reconocería esa sonrisa enseguida, era muy parecida a la de jungkook.
- esta bien - se atrevió a dejar una pequeña caricia en su cabeza y siguió su camino.
No lo podía creer, se había topado de casualidad con la hija de jungkook, definitivamente se parecía demasiado a él, le pareció muy tierna.
Lo vio sentado en una banca mirando su teléfono, que clase de padre era? No estaba mirando a su hija, y que pasaba si alguien se la llevaba?
- hola jungkook - le sonrío sentándose a su lado.
- hola yoongi, que bueno verte de nuevo, como has estado?
- bien, tu? Como te a ido en la vida?
- oh yo estoy bien, mejor ahora que te veo.
Yoongi solo pudo reír avergonzado y sonrojado, nadie lo había tratado tan bonito.
Durante la tarde no hicieron más que hablar, de vez en cuando jungkook desviaba la mirada hacia la zona de juegos, vigilando a su hija.
Yoongi estaba notando eso, el también lo hacía, no lo iba a negar, la pequeña lo había cautivado, ni siquiera sabía su nombre pero eso lo sabría después.
- creo que llegó la hora de despedirnos, es tarde.
- si, debo volver a mi casa, mi mejor amigo debe de estar preocupado - yoongi vivía con jimin y taehyung en un departamento, era mientras tuviera lo suficiente para pagar uno el mismo.
- amigo? Quien es?
- tranquilo bestia, es mi amigo jimin, el que te dio los helados 2 días antes, además tiene pareja - golpeó ligeramente su hombro.
- oh, esta bien lo siento - sonrío, si, en definitiva su hija era su viva imagen.
- no importa, nos vemos otro día - besó su mejilla, pero antes de darse la vuelta jungkook lo tomó de la muñeca y plantó un suave beso en sus labios.
Estaba disfrutando aquel beso, no lo podía negar, los labios de jungkook eran tan suaves y cálidos.
Jungkook también sentía lo mismo, los labios de yoongi se sentían como estar en el cielo, eran delgados y tenían un ligero sabor a durazno, se atrevió a morder su labio inferior con la intensión de poder probar más de aquel dulce sabor.
Aquel beso estaba durando demasiado, se estaban acercando poco a poco, jungkook pasó su mano de la muñeca a la cintura de yoongi, el rubio puso ambos brazos al rededor del cuello del más alto.
Lo estaban disfrutando bastante, hasta que tuvieron que separarse, necesitaban oxígeno.
- adiós jungkook, espero que pronto... Me presentes a tu hija - lo soltó, no podía ocultarselo, salió corriendo de ahí dejando a jungkook con la palabra en la boca.
Se sorprendió, como sabia de nayeon? Había sido bien cuidadoso con ello, ahora la pequeña se estaba acercando a él.
