𝚇𝙸𝙸. 𝙻𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚚𝚞𝚎𝚍𝚊𝚋𝚊

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HAZEL LE HABÍA HABLADO MUY POCO DE NUEVA ORLEANS, AÚN ASÍ, ERA TAL Y COMO SE LO HABÍA IMAGINADO

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HAZEL LE HABÍA HABLADO MUY POCO DE NUEVA ORLEANS, AÚN ASÍ, ERA TAL Y COMO SE LO HABÍA IMAGINADO. A pesar de visitarlo mucho tiempo después de que la hermana de su mejor amigo viviera ahí mismo, parecía ser una ciudad donde el tiempo no pasaba. Nicole pudo sentir una vibra diferente, cada persona tenía un aura especial y distintiva. Cada pared parecía guardar un secreto más viejo que su propia construcción. Entendería porque los hijos de Hades se podían llegar a sentir abrumados con tanta energía a su alrededor.

"¿Te sientes mejor sirenita?" Su mejor amiga preguntó al verla pegada a la ventana, tenía miedo de que quisiera vomitar de nuevo."¿Quieres que detengamos el carro? Estamos a punto de llegar."

"Estoy bien." La parada en el hotel le había dado fuerzas, si bien había llegado aún mareada y adolorida, necesitaba dormir para seguir con el viaje. Solo había relajado los ojos y el cuerpo, como era costumbre en las misiones. Los semidioses agarraban fuerzas de donde no existían para poder pasar horas, hasta días, sin cerrar los ojos. No era nectar, no era ambrosia, era su lado divino.

Nadie quería decirlo en voz alta, nadie quería admitirlo, pero en el fondo todos sabían que Nicole se estaba haciendo débil y no necesariamente porque estaba en su periodo.

Percy insistió que ambos grupos se separarán, con el argumento de que eran demasiados mandó a Phoebe y a Andrea en un cuarto con Nicole. Ella insistió para que Robin viniera con ellas pero Fausto no quería quedarse solo con dos semidioses que claramente querían matarlo.

De forma intensa, su mejor amiga aprovechó la oportunidad para hacer un interrogatorio. La hija de Apolo sospechaba de las verdaderas intenciones de Fausto. No era solo que no lo aguantara todo el grupo, era que se habían puesto de acuerdo en hacerle la vida imposible con Percy y Nico.

Por obvias razones a Phoebe no le importaba en absoluto. Dejándole claro a Nicole que ella consideraba que era obvio que Fausto quería mantener su puesto en un alto rango y la mejor forma de hacerlo era manteniendo a la tan esperada princesa con vida.

Hasta esa noche ella no había considerado la atención de Fausto como algo significativo, no lo iba a admitir pero estaba de acuerdo con Phoebe. Ahora se preguntaba si sus amigos y su insistencia la estaban llevando a considerarlo como algo más.

"¿Podemos parar a comer?" Andrea hizo su icónica pregunta. Cada que llegaban a un lugar nuevo se veían en la necesidad de probar su plato especial. A este paso podría hacer un diario culinario con todos los viajes que había hecho.

"¿Nos trajiste hasta Nueva Orleans para comer bagre?" Nico se quejó del otro lado de la van.

"¿Eso ya no haces todos los días?

Los semidioses disimularon una carcajada.

"Voy a adivinar, tenemos que buscar a otro solcito que nos de una perlita mágica brillante." Percy parqueo la van junto a un restaurante tradicional de la zona. Andrea les dijo a todos que era momento de bajarse para entrar a la zona peatonal, al parecer el dios que buscaban se encontraba cerca. Nicole, por obvias razones, no había visto la carta que les tocaba ni sabía a quién estaba buscando. Pero iba a confiar a ciegas, de todos modos sus amigos habían hecho lo mismo con ella años atrás.

𝙼𝚘𝚛𝚗𝚒𝚗𝚐 𝚂𝚝𝚊𝚛 - 𝙿𝙹𝙾 𝙵𝚊𝚗𝚏𝚒𝚌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora