Mátame Suavemente

𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟧

Me puse el gorro y me fui corriendo a el estacionamiento, el idiota del guardia llamó a los paparazzi, debieron haberle pagado. Subí al auto y me fui a la universidad. Solo me quedaba una clase, no tenía ganas de escuchar nada luego de ayer haber apuñalado a ese vago y haberlo disfrutado. Tenía las escenas muy vividas en mi cabeza

Puse mi teléfono en modio avión y seguí conduciendo. También pensaba en lo de ser nieta de la mafia, había estudiado a La Nostra Famiglia en la escuela, siempre encontré fascinante el de una "organización" que se dedicara a matar a personas y que fueran tan leales entre ellos. Pero también pensaba en lo imbécil que fui para no notar las señales que me daban diciendo que los Di Martino éramos los cabezas de esto.

Ahora probablemente llamaron a Ethan para ser parte de esto y si lo ponemos en perspectiva serian idiotas si no. Es igual de certero que Hawkeye. ¿Sería capaz de tatuarse? ¿Ethan tenía tatuajes? No me lo imagino con tantos tatuajes como Damiano, si no fuera por su madre, tendría muchos más. Y los que tenía lo hacían verse más atractivo de lo que ya era. Me molestaba el hecho de que Damiano despertaba viéndose bien, creo que una parte de mi si tiene ganas de ir a tomar café con él.

Damiano y yo nos conocimos cuando teníamos 15 y 16 años puede que fuésemos un poco más grandes, la verdad no lo recuerdo y lo conocí cuando Rachel, la ex novia de mi papá, nos quería presentar con su familia. Su hermana Penélope era mil veces más agradable que la arpía de Rachel, ahí Damiano y yo nos conocimos, en ese tiempo estaba grabando su primera película, su padre Marco De Angelis también es actor. Allá Rachel presento a "Olivia, la hija de Harry. La que anda a caballo". Mi papá me compro un iPad nuevo para no responderle "Practico Polo Idiota inculta".

El mejor día de mi vida fue cuando ellos terminaron, pero se volvió una desgracia cuando decidieron hacerse amigos. Eso hizo que Damiano y yo nos relacionáramos más, no sé en qué momento intercambiamos teléfonos y comenzamos a hablar. Cada que nos veíamos se ponía más bello, era molesto, como es que ese arrogante fuera cada vez más lindo. Empecé a ignorarlo cuando cada que me veía me coqueteaba eso hacía que me buscara aún más.

La primera vez que Damiano y yo salimos me llevo al cine. Fuimos a ver "Gran hotel Budapest" a una cineteca en Beverly Hills, iban a volver a ponerla en cartelera luego de que se había estrenado tres años atrás. Ese día mi papá tuvo que ir por nosotros porque los paparazzi no podían dejarnos en paz. Mientras Damiano posaba y sonreía yo les levantaba el dedo de en medio y los empujaba.

Finalmente llegue a mi facultad. Me estacione, tome mi mochila y salí, solo tenía una clase y creo que era criminalística. Había tomado varias materias extra. Entre al salón y Cass estaba guardándome un asiento. Cass es una chica que siempre se sienta conmigo, ella y Max un chico pelirrojo que está enamorado de mi madre (ugh) pero él siempre dice que es porque mi mamá ha llegado lejos en su carrera de abogada.

La catedra pasó normal. Había olvidado que tenía mi teléfono en modo avión. Cass, Max y yo salimos de clases e íbamos al campus, ellos tenían otra clase antes. Pero Max iba a darme los apuntes de las clases en las que no estuve. Muchas chicas corrían en dirección opuesta a lo usual, debí suponer él porque. Estábamos sentados en unos de los asientos del campus cuando lo veo.

Vestía unos pantalones negros ajustados, estaba usando sus zapatos favoritos eran unos Louboutin. Tenía puesta una camisa color blanco que como siempre no estaba abrochada en su totalidad dejando ver sus tatuajes, algo que me sacó una sonrisa fue que tenía puesto el collar que le regale para un cumpleaños era una collar santos de Cartier en color dorado. Tenía varios anillos puestos, todos Cartier. Damiano De Angelis era esa clase de persona que le gustaba combinar muy bien su joyería. Miraba a todos lados, supuse que me estaba buscando. Con una de sus manos acomodaba su cabello, lo tenía más corto de como lo usaba habitualmente.