La ciudad

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Después de que el vecino huyera de aquella situación, que lo llevaría a la muerte, no podía dejar de pensar lo que le dijo el demonio, que no podía escapar... se quedó pensando porqué había dicho eso; siguió caminando y salió del bosque, por la mañana se topó con unos señores que estaban trabajando a fueras de la ciudad, el vecino se acercó y les preguntó, ¿Dónde puedo encontrar un lugar para dormir?, ellos le indicaron que más adelante había una señora que estaba rentando unos cuartos pero que nadie los quería, puesto que había rumores sobre ella y su esposo; el vecino se quedó pensando, pues podrían ser los padres de los niños que asesinaron esa noche, sin pensarlo caminó hacia la casa donde le habían dicho, tocó la puerta de la casa pero nadie salía, decidió esperar un tiempo ya que necesitaba descansar por lo sucedido. Al llegar la media noche apareció una anciana  con uñas largas y con la cara tapada, le preguntó- señor, ¿quiere un cuarto para dormir?,  él respondió que sí, solo para pasar esta noche; la señora le dijo, entonces, ¿qué hace ahí?, no hay nada en esa parte donde está parado... el vecino al darse vuelta se percató que era cierto, no había nada, solo estaba mirando una casa abandonada y toda polvorienta. Entonces, el vecino decidió seguir a la anciana y al llegar a su casa se acomodó en el cuarto que había pedido, sin más que hacer, el vecino rendido del cansancio, se tiró a dormir, pero sin pensar nada .
Al a mañana siguiente, él salió de la casa, le dió las gracias a la anciana, n sin antes preguntar si había visto a dos personas jóvenes y que acababan de llegar hace dos días, le explicó que venían de su mismo pueblo; noooo -contestó- toda molesta y nerviosa cerró la puerta y ya no salió hasta que el vecino se fue de ahí, nunca la volvió a ver por la cuidad...

Soy él, pero, quién soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora