¿Qué pasaría si Hermione Granger tuviera una hermana mayor a la cual le gusta crear historias? cambiarían muchas cosas, y más si una de las historias de Belle Granger se hicieran realidad. ¿Qué pasaría con Hermione? ¿Qué pasaría con el amor de Belle?
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-Belle-
Ya estaba en camino a mi sala común cuando escuché unas voces que venían con risas, la voz era demasiado familiar así que levanté la mirada.
Era George.
Estaba riendo como si no tuviera ningún problema o si no se le hubiera olvidado nada. Me sentí enojada, decepcionada y muy triste. Sentía que mi corazón se volvía una piedra, como si la estuvieran azotando con una superficie muy dura. Sentía el corazón en mi garganta, una lagrima no tardó en caer, me sentía tan tonta. No se cuanto tiempo duré parada ahí viendo cómo reía con Fred y unas amigas suyas. Reconocía a una de ellas, se llamaba Katie Bell, éramos amigas en segundo año, luego se consiguió a otra amiga y perdimos contacto. No podía asimilar lo que estaba viendo, quería encontrar una buena razón por la cual el no había asistido a la reunión pero no encontraba nada. No había alguna razón por la cual no pudo asistir, el estaba tan calmado conversando con ellos.
Me limpié las lágrimas, no quería que nadie me viera llorando, menos en medio del pasillo. Las noticias se expanden muy rápido en Hogwarts. Volví a tomar mi postura y pase lo más lejos y rápido que pude de ellos, no quería mirar más. Mientras iba caminando a paso rápido salvajes lágrimas querían salir de mis ojos, no lo permitiría, pero era imposible, mi mejor amigo desde primer año me había dejado plantada en una reunión que el mismo organizó, no era justo.
Necesitaba a Hermione, la extrañaba, quería contarle todo lo que estaba pasando, pero se me era imposible debido a que no sabía dónde se encontraba últimamente.
•••
Llegué a mi habitación, aventé el juego de mesa a mi escritorio con fuerza, luego me acerqué al espejo y me arranqué las mariposas de mi cabello, después me quité el suéter blanco con botones cafés, lo aventé a una parte de mi cuarto, mientras hacía todo eso lágrimas volvían a caer.
No debiste tomar mucho tiempo arreglándote
Luego me desplomé en la cama mientras me quitaba los tenis, para después enredarme en las cobijas, me sentía de muy mal humor, me había tardado mucho escogiendo ropa para verme bonita y resultó para nada.
Eres una tonta
No quería verlo, no quería escuchar sus excusas, no quería que me viera ni que se me acercara, no quería nada que tuviera que ver con el.
Después de una hora de estar mirando al techo de mi habitación decidí que no debería mal gastar el tiempo llorando o buscando excusas por la cual no asistió, así que me levante de mi cómoda cama y me acerqué a mi escritorio para poder limpiarlo. Las fichas estaban desparramadas por todo el escritorio, al igual que los dados. Luego de acomodar eso me senté en la silla, saqué mi bolso que estaba debajo del escritorio y saqué los libros y cuadernos para hacer los deberes. No tenía expresión alguna, no tenía ganas de hacer nada, solo quería dormir y despertar hasta las vacaciones de navidad.
