3. Giovanni

4 1 0
                                    

Campanas, fue lo que escuché antes de despertar, me removí entre las sabanas de mi suave cama estirando mi cuerpo para comenzar otro día, abrí los ojos lentamente dejando que la luz cegadora del sol que entraba por el ventanal de mi habitación me diera los buenos días.

Por instinto levante mi brazo donde yacía aquella marca en forma de hoja, estaba de un tono rosa, cada vez menos visible, todas las noches venía una vieja anciana a mi habitación pero antes de poder saludarla o hacer algún movimiento me desmayaba y despertaba al otro día muy confundida pero extrañamente relajada.

Me levante dirigiéndome perezosamente hacia el tocador para poder darme una ducha, estando lista Amanda me ayudó a ponerme un hermoso vestido rojo, bastante elegante debo admitir, Amanda tomó mi cabello en una media coleta sobre esta posando la tiara que me representaba como princesa del reino dejó parte de mi cabello sobre mis hombros ondulándolo un poco, puso poco maquillaje sobre mi rostro para luego salir de mi habitación.

-- Sus padres esperarán por usted en el gran comedor -- avisó saliendo de una vez.

Pase mi vista por el espejo viéndome en él, el rojo me asentaba maravilloso, hoy vendría el reino de Blair, según lo que escuche para firmar un acuerdo de paz entre nuestros reinos y yo como futura reina debía estar presente aunque sabía que lo que en realmente harían era juntarme con su príncipe, el príncipe Benett Giovanni Elford Veryard, se dice que sus iris verdes eran realmente hermosos y que con solo verlos te enamoraban pero no creía que fuera cierto.

Baje las escaleras dirigiéndome al gran comedor con la esperanza de que lo que estaba pensando no fuera cierto, no quería que Benett fuera mi prometido.

-- Buenos días Lucett -- saludó mamá.

-- Buenos días madre -- odiaba que me dijera Lucett, nunca me había gustado ese nombre pero no diría nada para no poner pesado el ambiente.

Tome asiento a la par de papá el cual tenía la vista en un pergamino leyendo detalladamente su contenido, decidí ignorarlo poniendo mi atención en la servidumbre que entraban y salían del lugar con prisa y platillos en sus manos dejándolos sobre la mesa.

-- ¿Se le ofrece algo en específico princesa? -- pregunta una de ellas ubicándose a mi lado.

-- Pan tostado con mermelada de fresa -- respondí con una sonrisa, la chica asintió saliendo del lugar.

El silencio en el lugar era incomodo, Bella no llegaba aun y mis nervios estaban a punto de volverme loca.

-- Iré por Bella -- anuncie levantándome de mi asiento.

-- Ella vendrá por su cuenta -- su fría voz hizo que mi cuerpo temblara pero no me dejaría intimidar.

-- Puede que tenga problemas con su vestido, ya regreso -- dije saliendo sin más de allí.

Corría por el pasillo hacia las escaleras para ir por mi hermana pero mi camino se vio interrumpido por un chico, un muy alto chico, llevaba una libreta entre sus manos por lo que pensé que sería un mensajero.

-- Permiso -- anuncie pasando por su lado.

Tuve una sensación rara al instante de pasar por su lado, mi corazón comenzó a latir como loco, las manos me comenzaron a sudar, mis pies se detuvieron sin mi permiso. Sin pensarlo dos veces voltee hacia donde estaba el chico.

-- Disculpa ¿Nos conocemos? -- pregunté con duda.

-- Me parece que no tengo el honor – declaró cerrando su libreta, a paso lento se acercó a mí tomando mi mano entre la suya subiéndola hasta la comisura de sus labios dejando un beso en esta.

Maze of LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora