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Eleanor: 

—En efecto, está lesionada. 

Estamos en el hospital, le hicieron unas radiografías a la rodilla de Sally.

—¿Y es muy grave? —mi mamá pregunta, preocupada. 

El doctor nos muestra la radiografía de Sally. 

—Tiene una lesión de ligamento colateral. 

Tanto como Sally, mi mamá y yo estamos confundidas. 

—Suena a que me voy a morir—dice Sally—, ¿me voy a morir?  

El doctor ríe suavemente. 

—No, no te vas a morir, verás, éste tipo de lesiones es muy común en los deportes donde tienes que girar bruscamente. Como por ejemplo el fútbol, fútbol americano, tenis y el baloncesto. 

Escuchamos atentamente a lo que dice el doctor. 

El doctor continúa:

—Por suerte, no fue muy grave, solamente afectó una parte del ligamento. Así que esto lo puedes tratar en casa, debes reposar por una semana entera sin forzar tu rodilla, toma algunos antinflamatorios y usa una rodillera de ahora en adelante. 

—¿No... podré jugar al básquetbol de nuevo? —pregunta Sally con miedo. 

Es la primera vez que veo a Sally tan apagada. 

—Llevará algo de tiempo para que vuelvas a jugar, trata de jugar lo menos posible por ahora. Puedes ir a fisioterapia para poder mejorar tu flexibilidad. Puedes volver al cabo de menos de seis semanas. 

Sally no dice nada. 

—No te preocupes, Avery, vas a volver a jugar básquetbol—el doctor le sonríe a Sally. 

° ° °

Mamá nos lleva a la casa de Sally. 

En todo el camino ella no dijo ni una palabra, tenía una mirada perdida. 

Subimos en el elevador para llegar hacia su apartamento y mamá ayuda a Sally a que entre a su apartamento con cuidado. 

—¿Quieres que te deje en tu habitación? —le pregunto a Sally. 

Ella asiente con la cabeza. 

Mamá me dice que me espera abajo. 

Llevo con cuidado a Sally a su habitación. 

La siento en su cama con mucho cuidado. 

—¿Estás cómoda? —le pregunto. 

Ella asiente con la cabeza.

Es la primera vez que veo que ella casi no habla. 

Le doy una sonrisa delgada. 

—Bien, el doctor dijo que necesitas hielo en la rodilla, así que iré por algo de...

Ella me jala hacia a ella y me abraza por la cintura. 

Me quedo más tiesa que un muerto y escucho como suspira, tranquila. 

—¿S-Sally? 

—¿Podemos... quedarnos así un rato más? 

Entreabro mis ojos ante su petición. 

No me está viendo, pero sé que esta llorando porque siento un mi blusa algo húmeda. 

Coloco una de mis manos en su cabeza y empiezo a acariciar su cabeza para que esté tranquila. 

La chica que me gusta ;; lesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora