Capítulo 12

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Historia escrita por Chilord, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Harry Potter, le pertenece a J.K. Rowling, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda.

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Los libros habían sido codiciados durante mucho tiempo por Tom Riddle. En ellos se podía encontrar información, conocimiento e ideas. Todas las palabras diferentes para la misma cosa subyacente. Poder.

Todo era poder si uno podía encontrar la manera correcta de usarlo.

Pero ahora se encontraba lidiando con algo en lo que sus libros eran de poca ayuda.

Lo que había hecho el cazatormenta debería haber sido imposible. Desafiaba lo que sabía sobre magia y lo dejaba con una sensación de insuficiencia que le importaba particularmente. La idea de que alguien tan desconocido, alguien sin pasado aparente, sin historia alguna hubiera logrado descubrirlo... Era imposible.

La animación debería haberse roto, hecho añicos contra sus hechizos. ¿La idea de Fiendfyre siendo capturado, contenido, devuelto a su amo? El control del hechizo podía romperse con la suficiente facilidad como para que los magos débiles e inferiores se lo quitaran. Pero él no era un mago menor.

Pero esa cosa aún había logrado quitárselo.

Y no pudo encontrar ninguna mención de que tal cosa se haya intentado antes.

"¿Cómo lo estaba haciendo?" siseó suavemente, su nuevo ojo ardiendo furiosamente mientras se revolvía en sus pensamientos.

El hombre había vuelto sus mejores armas contra él. Las maldiciones que había sacado de tomos olvidados y prohibidos. Los secretos que había desenterrado, el terror del pasado y lo que los magos menores habían tratado desesperadamente de borrar.

Todos ellos se hicieron a un lado en el mejor de los casos y en el peor, como su fuego maldito, se volvieron contra él.

Su mente aún se rebelaba ante ese mismo concepto. Fiendfyre de todas las cosas, siendo consumido por una animación patética. ¡No tenía sentido!

Casi tiró el libro frente a él con rabia, siseando de ira. No tenía sentido. Nada de eso tenía sentido. ¡Lo que este maldito cazador de tormentas, este Harry Potter, estaba haciendo no tenía ningún sentido!

Había una parte oscura de él que luchaba por ignorar, susurrándole que de alguna manera, este hombre sabía más sobre magia que él. Que entendía secretos que no entendía. Que este hombre ya había alcanzado alturas que no podía imaginar.

Entonces recordó las cosas que le había dicho, cómo lo había llamado. Cómo se había burlado de él. La forma en que había inferido las cosas era... ¡¿Cómo podría el hombre haber sabido esas cosas?! Ni siquiera sus más cercanos confidentes sabían esas cosas.

Había hecho todo lo posible para asegurarse de que nadie pudiera encontrar esa información. Que fue eliminado de ella. Había buscado cada pieza de referencia a esa existencia entre el mundo mágico y la destruyó.

Pero, de alguna manera, eso no fue suficiente.

Si hubiera sido Dumbledore, podría haberlo aceptado. El anciano había estado en el poder durante mucho tiempo, había puesto sus cimientos incluso antes de que naciera. Se había construido a sí mismo en una posición inexpugnable de poder.

Cortando el viento (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora