2. Vidas opuestas: Berrie

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¿Cómo es mi vida? Solo la describiré con una palabra, la cual es "sobrevivir". Mis padres me tuvieron bastante jóvenes, no fui planeada así que prácticamente debía luchar para conseguir mi comida. La casa en la que vivo estaba bastante vieja, vivimos en los barrios bajos de Tokio, no teníamos dinero para mantenerla arreglada, con protegernos del frío bastaba.

¿Cómo era en la escuela? ¿Qué es eso? ¿Se come? Jajaja, si, si voy a una escuela del barrio en realidad, pero prácticamente no asistía, me quitaba tiempo valioso el cual necesitaba para robar un poco de dinero para comer, además las radios de los autos llamaban bastante mi atención cuando estaban estacionados en horarios de escuela, perfecto para robarlas y venderlas.

En mi pequeño grupo de amigos todos tenemos un apodo de frutas o verduras, como en el caso de "Apple" el es rápido del grupo, "Orange" es el táctico y estratega, y yo "Berrie" la sigilosa y aparte ilusionista, me gustan los trucos de magia. Los tres trabajamos juntos para conseguir dinero robando, Orange se encargaba de indicarnos a nuestra próxima víctima cuando se trataba de algo realmente grande, nunca se equivocaba, punto a nuestro favor. Yo me encargo de robarle a los pendejos sus pertenencias, como sus billeteras y celulares, Apple me ayuda al momento de escapar, no se me da muy bien el correr, pero si el trepar, así que a Apple le entregó la mercancía para que el corra y yo pueda trepar para escapar de mi víctima.

Con respecto a las apariencias de ambos chicos, Apple era el mayor del grupo, tiene 18 años, tiene el cabello rojizo, como la cáscara de una manzana, sus ojos son de color cafés al igual que las semillas de esta fruta. Orange era el siguiente, tiene 17 años, casi 18. El tiene el cabello anaranjado característico de su apodo, además sus claros color crema como las semillas de una naranja, pareciera que fuera ciego, pero no. característico de su apodo de naranja, siempre usa un par de lentes. Y bueno, yo Berrie tengo el cabello violeta, característico de mi fruta, y mis ojos cafes caracterizando las semillas de esta fruta, soy la menor del grupo con 17 años, me llevo 5 meses con Orange, la nada misma. 

El día de hoy, Orange nos citó en uno de nuestros escondites esparcidos en el barrio bajo, estábamos los tres sentados en el piso compartiendo unas gaseosas bastantes divertidos

– Hoy tengo a nuestra próxima víctima – Dijo Orange colocando una imagen dibujada por el mismo, el era bastante bueno dibujando escenas y retratos, parecían fotografías

– ¿La de la máscara? – Pregunto Apple, yo miraba atenta la imagen

– Es un chico – Dijo Orange, ambos lo quedamos viendo confundidos

– ¿Está en un banco? – Pregunte, a veces era difícil adivinar al 100% los dibujos de Orange

– Si, acaba de retirar bastante dinero hace unos minutos, podríamos seguirlo, acaba de irse a la escuela de niños ricos, así que no creo que le duela si le robamos ese dinero

– Déjamelo a mí, yo me encargo – Dije sonriendo – Es fácil engañar a los niños ricos

– Te ayudo – Me dijo Apple – Podríamos seguirlo, debemos asegurarnos que tenga ese dinero antes de robarselo

– Hecho – Dije sonriéndole

Apple y yo nos colocamos nuestras chamarras negras cubriendo nuestros rostros, ir a esos barrios altos de Tokio dificultará a cualquier novato, pero no mucho viniendo de ambos que llevamos haciendo esto desde los 10 años.

Una vez que divisamos al chico peliblanco lo comenzamos a seguir de una distancia bastante prudente, nos hicimos pasar por una pareja al momento de comprar un par de papas fritas en ese local de comida rápida, era algo que podíamos pagar y que era rápido para escondernos, debíamos despistarlo.

– Bien... ahí está... te toca, Berrie – Me dijo Apple en la entrada del callejón – Yo me daré la vuelta, tu ya sabes qué hacer

– Entendido, Apple – Le guiñe el ojo, ambos nos separamos y yo me prepare, debía actuar cuando él estuviese al centro del callejón

Lo vi entrar, este se había retirado la mascarilla que traía puesta y comenzó a comer de esa hamburguesa. Me cubrí bien el rostro con mi capucha y entre al callejón con las manos metidas en mis bolsillos, táctica perfecta y limpia. Camine chocando mi hombro a propósito.

– Oh, lo siento – Me disculpe, en ese momento ya tenía posesión de ambos objetos, su billetera y su celular, Bingo.

Continúe caminando hasta dar vuelta en el callejón, rápidamente le entregue el botín a Apple para que comenzara a correr, en cambio yo solo debía trepar por las escaleras de emergencia que había en los edificios cercanos. Subí rápidamente para que me perdiera de vista, somos un dúo bastante ágil

– ¡Hey, maldita ladrona! – Pude escuchar la voz del chico mientras corría a la calle principal, era divertido verlo desde arriba oculta en la oscuridad - ¡AAAHH! – Este pego un grito, intenté no reír, era muy divertido ver sus expresiones.

Aproveche esa distracción para continuar escapando, pero a veces no todos los planes siempre salen correctamente. Di un gran salto al edificio del al lado, aproximadamente estaba en el segundo piso, saltando de terraza en terraza, pero caí a la escalera de emergencia del edificio de enfrente, mi pierna quedó atrapada entre los fierros, quede colgada boca abajo cerca del piso 1, era mi fin.

 Di un gran salto al edificio del al lado, aproximadamente estaba en el segundo piso, saltando de terraza en terraza, pero caí a la escalera de emergencia del edificio de enfrente, mi pierna quedó atrapada entre los fierros, quede colgada boca aba...

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