3. Encarar: Haruchiyo Akashi

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Al momento de gritar por la desesperación de perder mis cosas escuche un fuerte ruido viniendo de un edificio que estaba cerca. Rápidamente me gire, tenía la esperanza de que sea la ladrona que se habrá muerto o suicidado por robarme a mi, Haruchiyo Akashi.

Cuando vi una silueta colgando boca abajo, con los brazos estirados hacia abajo y una pierna atorada en las escaleras de emergencia, me di cuenta... que el estafador resultó estafado.

- ¡Jajajaja! ¡¿Qué piensas hacer ahora?! - Pregunte orgulloso, recuperaría mis cosas y tendría una buena historia que contar - Devuélveme mis cosas, ahora - Dije con superioridad y seguridad

- No se de que me hablas - La chica hizo un puchero mirando a otro lado, eso me molesto bastante

- ¡Hablo de mi billetera y mi celular! - Estaba bastante molesto

- Oh... no tengo esas cosas - Dijo levantando los hombros mirando a otro lado sonriendo

- ¡Esto no es un puto juego, devuélveme mis cosas! - Le grite muy molesto

- Mete tus manos en mi ropa, y te darás cuenta que no las tengo - Esas palabras me dejaron sonrojado de la vergüenza ¿Meter mi mano en la ropa de una chica? Oh no, eso jamás, pero necesito mis cosas... ¡Ah la mierda!

Lentamente comencé a meter mis manos en los bolsillos de la chamarra de la chica, no había nada. Carajo, continúe a revisar los bolsillos de sus pantalones, finalice buscando en los bolsillos traseros, no había nada.

- Si ya te diste cuenta, no tengo tus putas cosas, puedes dejar de tocar mi trasero con tus manos - Esas palabras dejaron un gran sonrojo en mi rostro, agradezco tener mi mascarilla puesta. Rápidamente aleje mis manos de su cuerpo

- ¡Quiero mis putas cosas ahora! - Le grité

- Ja, sigue soñando, albinito - La chica rápidamente tomó un impulso que ni yo podría creer como poder hacerlo, esta volvió a las escaleras de emergencias del segundo piso liberándose y mirándome desde arriba - Fue un gusto conocerte, pero... ¡el botín me espera! - Rápidamente vi como subía las escaleras del edificio, aproximadamente eran 10 pisos.

- ¡No escaparas de mi! - Rápidamente me trepe con un contenedor de basura para subir por esas escaleras y perseguirla

Era igual que un gato persiguiendo a una rata, y al parecer el gato no estaba en muy buen estado físico, me estaba cansando bastante. Ella subía como si nada, hasta saltaba de piso en piso para ir más rápido.

- Dios, como te odio - Dije a duras penas subiendo, llegué al tejado del edificio y la vi parada esperándome - ¡No escaparas de mi! - Dije muy cansado

- Uhh... mira como tiemblo - Se burló de mí moviendo sus manos "temblando" - atrápame si puedes

La chica corrió hacia el otro extremo del tejado, yo la seguí rápidamente con el último aliento que me quedaba, pero algo me sorprendió, había saltado al apartamento del frente.

- ¡Adiós, gracias por tu regalo! - Me gritó desde el otro apartamento alzándome las manos, yo solo le mostré el dedo del medio bastante enojado

- ¡Me las pagaras! - Le grité, esta se rió de mi, ¡De mi! - ¡Te encontrare y te haré pagar por lo que me hiciste, maldita gata ladrona trepadora! - No sabia que insulto arrojarle en ese momento, estaba enojado

- Entonces... - La chica hizo algo que me sorprendió bastante, se retiró su capucha y la luz de la luna iluminó su rostro blanco, dejando ver su cabellera corta color morada - ¡Recuerda mi rostro y cuídate para que no vuelva a robarte! - Comenzó a correr, pero yo seguía perplejo... ¿Qué era esto que estoy sintiendo? Debe ser enojo, si, eso debe ser, maldita hija de... Takeomi me va a regañar por no haber guardado ese dinero cuando llegue a la casa

- ¡TE ENCONTRARE PASE LO QUE PASE! - Grite a todo pulmón, o lo que me quedaba de pulmón, debo mejorar mi estado físico, no hacer nada me tiene mal.

Baje por las escaleras de emergencia totalmente molesto, maldecía para mis adentros. Takeomi me matara si se entera... pero... ¿Qué pasa si no se entera? Debo conseguir una manera rápida de recuperar ese dinero, tanto el dinero en efectivo como la tarjeta, no puedo conseguir otra, además el banco no me reembolsará nada ¡Carajo! Detesto los bancos, putos ladrones.

Llegue a mi casa, la ama de llaves me abrió la puerta, le agradecí y subí al segundo piso rápido, no quería encontrarme con Takeomi y menos con Senju, ella me suele pedir el dinero a mi, ya que la tarjeta que yo tenía la compartimos ambos, estoy muerto si se enteran que la perdí.

Me metí a mi cuarto rápido, al parecer Senju no está en casa, debió salir a trabajar en algún proyecto para la escuela, y Takeomi debe estar en el trabajo, punto a mi favor.

Rápidamente comencé a buscar algunos ahorros en mi cuarto, algo que me sirva para ocultar el asalto que tuve. Encontré una caja debajo de mi cama, mis ahorros, bingo. Esto me ayudara bastante

 Esto me ayudara bastante

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