Capítulo 8

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Las alas rotas son las que mejor vuelan

Entonces llegó una frase que empezó el cambio, "todos merecen ser felices, sin importar lo que han hecho", entonces pense que deberia buscar ayuda, que deberia cambiar, pero como todo, no es fácil, empecé aceptando las cosas más básicas que me decían, cumplidos, aunque algunos no me los creía por saber como soy, pero aun asi se volvio algo difícil.

Entre juegos encontre uno que me encantó, y lo empese a jugar, era parte de la felicidad que tenía entre las constantes peleas entre mis padres y mi triste monotonía en mi vida, ya que no he hecho muchos amigos o mínimo conocidos por el tipo de pensamiento que tuve en casi 14 años, hasta que decidí buscar ayuda profesional.

Gracias a mi escuela pude conseguir ayuda psicológica y gracias a él pude encontrar el grillete que mantenía el peso y era el inicio de la cadena que me pesaba y mantenía encerrado, lo único que falta es conseguir la llave para poder quitarme el grillete y empezar mi liberación final.

Incluso conociendo el grillete, la llave aun seguía perdida, sabía la forma y como usarla para liberarme, pero sin encontrarla aun,estaba quitando unas cuantas cadenas de encima, pero entre más quitaba, las principales cadenas se apretaban mas "monstruo""patético""estupido""sin valor""maniatico""no mereces nada".

En esos momentos llegó otra frase que empezó a cambiar todo y que salió por un juego al cual quería jugar con desesperación y hermano de mi juego preferido del cual era parte de mis momentos de felicidad.

Herida Ciega (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora