Amor bajo la luna

VIII

Antes de empezar, ese capitulo contiene sexo, leer bajo sus criterios.

@perlaCatarino  creo tener logrado su petición

 besos 

Laura

Fuimos a la alberca juntamente con Isaza y Martín. Ellos se quedaron de fuera hablando mientras yo y mi mate estábamos dentro del agua. Cuando miré de nuevo por el grito, el niño estaba en su regazo e Isa había logrado morderle.

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*Isa?*

*Que quieres*

*Tienes que quitarlo de aquí*

*No sé de qué hablas*

*No te hagas el menso, has mordido el niño, tienes que llevárselo antes que tu te pongas celoso y me ataques, o a cualquiera que se interponga delante de ti.*

* Me voy entonces*

Isaza

Laura tenía razón. Tenía que quitarnos de aquí antes que ataques a alguien.

_¿ Vamos a su habitación? por favor _dice el niño sonrojado mientras empezaba a moverse frotando nuestras caderas.

No pensé dos veces y me paré con él en los brazos. Sus piernas se quedaron alrededor de mi torso. Fui lo más rápido posible a mi habitación. Ahí lo dejé encima de mi cama. Como nosotros estamos solamente de bañadores, tuve más acceso a su cuerpo. No perdí tiempo en preguntarle lo que quería, su olor y su excitación lo delataban. Lo besé con luxuria para dejar mis intenciones claras para él.

_ Quiero ser tuyo _ dice así que deje de besarlo.

No pensé dos veces y empecé a esparcir besos por su rostro, bajé a su cuello donde pasé mis colmillos en la marca provocando que jadeara, baje más y jugué con sus pezones. De atención para cada uno y después baje en dirección a su ingle. le quité sus shorts y empecé a besarle todo el largo de su miembro. Pasé mi lengua por la cabeza y después metí hasta el fondo de mi garganta empezando a meterlo y sacarlo hasta que se viniera en mi boca.

Baje un poquito más y besé su aguajero, de donde salía el mejor sabor del mondo. Lo llevé a las estrellas. Lo preparé un poco para recibirme, empezando con un dedo y luego con más uno y lo tercero, después de eso que lo adentré, y mierda, ahora que descubrí esa sensación nadie va poder quitarme él. Esperé a que se acostumbrara a la invasión, soy grande en muchos sentidos. Cuando se acostumbró, empecé a moverme, primero despacio y después rápido. Sus gritos se mezclaban con los míos, no tenía intenciones de no gritar y con un rugido nos venimos juntos. Lo anudé y tuve que esperar para salir de ahí, nos quedamos así unos minutos y después de salir de él, yo lo acurruque y dormimos hasta la hora de la fiesta.