27: Declaración

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MARATÓN (3/4)

_Ashley, quiero decirte algo.

Estaba sola. Sentada en un banco del patio. Me acabo de terminar el bocadillo del almuerzo. Peter llega de repente.

_Dime. _Lo miro con intriga.

Peter gira la cabeza, como si buscara a alguien. De repente, sonríe y se vuelve a girar hacia mí.

_Por favor _me mira suplicante, como si lo que quiere decir fuera muy importante _, no te levantes del banco hasta que termine de hablar. Luego... ya haces lo que quieras. Si puede ser que no conlleve alejarte mucho de mí.

_Vale. _Sonrío, a ver si eso le da la confianza que necesita para hablar.

_Dicen que hay que quitarse la tirita del tirón, para que no duela tanto _dice, más para él que para mí _, así que eso haré _vuelve a mirar donde antes _. ¿O prefieres indirectas hasta que lo pilles? _intenta bromear, pero está nervioso.

_Del tirón _digo yo _. No se me dan muy bien las indirectas _antes de que termine de hablar, Peter suelta la bomba:

_Me gustas.

Lo dice tan rápido que no logro entenderlo.

_¿Qué? _lo miro con el ceño fruncido.

_Joder _suelta, por lo bajini.

_Lo has dicho demasiado rápido. No lo he entendido. _Sonríe un poco.

Había entendido algo, pero no sería eso. Era imposible. Ni de coña acababa de decir: "Me gustas".

_Ashley, me gustas.

Vale, sí lo acababa de decir. Y dos veces.

Ahora estoy confundida.

_Espero que esto no sea una broma, porque te faltaría patio para correr.

_No lo es _dice con media sonrisa, que va desapareciendo a medida que pasan los segundos.

Entonces... todo el mundo tenía razón. Le gusto a Peter, y él me gusta a mí.

Peter sigue esperando de pie, y yo estoy como en otro planeta. Estoy atando cabos. Y eso sí, inmensamente feliz.

_Entiendo que no te lo creas _continúa, al ver que no reacciono _. Yo... creía que te molestaba que la gente pensara eso, y también creía que no te gusto, entonces intentaba disimularlo. _Cada palabra que dice me hace encontrarle el sentido a más cosas de todas las que han pasado desde que lo conocí _. Mucha gente me ha afirmado que te gusto. Enserio, muchísima gente. Y últimamente había pensado que igual tenían razón. La posibilidad de que no te gustase estaba ahí, pero he decidido ignorarla por hoy. Igual te parece muy pronto, porque no nos conocemos desde hace muchísimo tiempo, pero cada segundo que paso contigo lo tengo más claro: Me gustas, Ashley Miller. Me gustas mucho.

Me quedo paralizada. No me esperaba esto, y mucho menos ahora.

Querría abrazarle, besarle, y decirle que yo siento lo mismo, pero no me sale. No muevo un solo músculo.

Una ola de decepción cruza su rostro, y sigo sin reaccionar.

_Lo entiendo, no te gusto. Lo siento, lo he malinterpretado todo. Pero... por favor, no vayas a alejarte de mí. No dejes de hablarme. O sí, lo que tú prefieras... Y si vas a alejarte por si yo estoy incómodo después de esto no lo hagas, prefiero que seamos amigos. Ya lo superaré. Pero que dejarás de hablarme no lo superaría.

Mandy y su séquito _que se supone que son mis amigas_ llegan de repente, y me sacan de allí _literalmente a rastras_. Dejando solo al pobre Peter.

_Ashley, estás invitada a mi fiesta _suelta Mandy, con un tono que en este momento me parece insoportable. 

No respondo, por lo que acaba de pasar con Peter.

_Eo _dice Mandy _. ¿Estás bien? _Da una palmada delante de mi cara, y reacciono.

_Si, si, perdona. ¿Qué decías?

Mandy resopla, como si estuviera harta. Luego vuelve a sonreír.

_Que estás invitada a mi fiesta de esta noche.

_Ah, vale. Gracias, supongo. _Nos quedamos en silencio _. ¿Y qué se celebra? 

_Nada. ¿Hace falta un motivo para celebrar una fiesta? _Me encojo de hombros _¿Vienes entonces? _Asiento.

***

Llego a clase al finalizar el recreo.

Peter ya está sentado. Me da vergüenza mirarlo a la cara después de lo de antes.

Me siento, sin decir nada.

Max, el amigo de Peter, entra a clase.

_Hola _dice, ilusionado _. ¿Qué tal la parejita?

_¡Cállate! _grita Peter.

Max me mira, y como Peter no lo está haciendo vocalizo:

_Vete.

Max se va, y empieza a llegar gente a la clase

***

El resto del día todo sigue igual o incluso peor. Es muy incómodo. Y aunque Peter me ha dicho que quiere que sigamos hablando, y sé que él espera eso, no puedo hasta no confesar que siento lo mismo. No quiero que siga pensando que no lo quiero.




La nueva vida de Ashley MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora