La nueva vida de Ashley Miller

30: La segunda fiesta

Voy a arreglarme para la fiesta.

Mi madre entra a la habitación.

_Hola, hija, ¿necesitas algo?

_No, todo bien.

_¿Vas con Peter a la fiesta?

_No...

_¿Ha pasado algo?

_Creo... creo que se ha enfadado. Aunque con razón.

_¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Te apetece contármelo?

_Me confesó que yo le gustaba, pero no me lo esperaba, y no dije nada. Le he enviado un mensaje por si podemos hablar en la fiesta, o mañana si hoy no puede..., pero no me ha contestado.

Mi madre se acerca a mí y me abraza. No puedo evitar empezar a llorar.

***

Se acerca la hora de la fiesta.

Zaira, una de las amigas de Mandy y se supone que también la mía, me envía un mensaje:

¿Quieres que vaya a tu casa y vamos juntas a la fiesta?

Vale.

Sinceramente, aunque se suponga que es "mi amiga", me extraña éste repentino interés.

***

Llega Zaira. Mi madre le abre la puerta.

_¡Ashley, preguntan por ti!

Bajo, y la saludo. Salimos de mi casa.

Me doy cuenta de que nunca había estado a solas con ella, y me pregunto si habrá una razón específica por la que ha decidido que vayamos juntas. Aunque puede ser simplemente que Mandy la haya dejado de lado esta vez y no tuviera con quien más ir.

_Me he enterado que Peter y tú tenéis algo... _suelta Zaira, rompiendo el silencio. <<Así que eso quería...>> _. Puedes contármelo si quieres. Sabes que soy tu amiga.

Me parece que lo entiendo: Mandy se ha enterado de la declaración de Peter _si que corren rápido las noticias_, y ha mandado a Zaira a que me saque información de lo que pasa entre su exnovio y yo, _que realmente no es nada, porque soy increíblemente estúpida_.

_No hay nada entre nosotros, Zaira.

_A ver, Ashley _parece que esté invocando paciencia; finge una sonrisa_, ¿te crees que soy tonta, amiga? Aunque no sea oficial, algo hay _niego con la cabeza _. ¿Ni siquiera un beso? Venga, confiesa.

_Sentimientos. Solo eso _confieso, sin levantar la mirada. En realidad no sé por qué lo he dicho. La miro _. ¿Ya está tu interrogatorio, Zaira? _Ella asiente, y sonríe, esta vez de verdad. Ya tiene algo que decirle a Mandy.

_Venga, no te enfades, me intereso porque somos amigas, y las amigas se cuentan todo, y no se mienten. _<<Pues podrías aplicártelo, querida.>>

Llegamos a la fiesta. 

Mandy se acerca a nosotras, me saluda con una sonrisa falsa, y se lleva a Zaira. Las observo desde lejos: Zaira dice algo sonriendo, Mandy se enfada, y grita: "¡¿Solo eso?!"; hablan de mí y de Peter, por supuesto. Mandy se acerca a Zaira le susurra algo al oído. Las dos sonríen y se alejan. Las pierdo de vista.

<<¿Qué hago yo aquí?>>

***

Estoy en un sofá, con un cubata en la mano. No es el primero, eso es lo único que sé. Tengo el móvil en la mano, y no dejo de leer una y otra vez el mensaje que le escribí a Peter. Asegurándome de que sigue en visto. 

Me acabo el cubata y voy a la cocina, a ver si puedo rellenarlo. Me tambaleo un poco. Un chico aparece de repente en mi campo de visión.

_Hola, guapa _dice. Lo ignoro. Estoy lo bastante mareada como para hablar. Sigo mi camino hacia la cocina _. Me llamo Marcus _al parecer el chico me sigue.

No hay nada para rellenarme la bebida en la cocina. Bufo, fastidiada.

_¿Quieres? _miro al extraño, y veo que señala su vaso.

_Sí, quiero que te vayas y me dejes en paz de una vez.

_A ver, discúlpame, creo que tienes una impresión incorrecta de mí. No estoy intentando ligar, simplemente charlar para pasar el rato. ¿Podemos empezar de nuevo?

_Soy Ashley _digo de mala gana.

_Un placer, Ashley _me estrecha la mano.

***

Llevo un rato hablando con Marcus. Me había llevado una mala impresión de él. Es majo.

De repente, se acerca y me besa.

Durante unos segundos le devuelvo el beso, atontada por el alcohol, pero recuerdo a Peter y me aparto rápidamente.

_Yo no... _logro decir _. No quiero nada contigo. Ni lío ni nada.

Me pongo nerviosa y vomito. Marcus se aparta rápidamente.

_¡Qué asco! _exclama, y se va.

Zaira y Mandy se acercan a ver qué ha pasado. Sospecho que ha sido idea suya cuando las veo reírse, antes de caer al suelo y quedar inconsciente.

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Volvemos! Había perdido la cuenta, pero ya la recuperé.