---4---

3 0 0
                                    

-Creí que jamas vendrían por sus cosas, mi casa parece bodega y estacionamiento los vecinos ya se están quejando de que no se pueden estacionar-.

La abuela vivía en el único fraccionamiento del pueblo por eso se podía dar el lujo de decir que tenia vecinos quejumbrosos.

-Que cariñosa abu, yo igual la extrañe ¿Como ha estado?- dijo Raúl, riendose ante el saludo de la abuela.

Es una viejita con el cabello grisáceo y canoso con tez un poco morena y sabios ojos obscuros, un tanto gastada por la edad.

-Muy bien Raulín, Paulita ¿ya veniste por tus cacharros infernales?

-Ya abu,- le respondí mientras le daba un beso en la mejilla- vine a desalojar área para que nos pongamos a cocinar.

-Muy bien pues apurate por que ya no me doy abasto en la cafetería.

-Si abu.

Subí mis cosas a la camioneta y mi hermano se fue con ellas.

Me despedí de mi abuelita mientras me subía a mi coche (que avía traído el mes pasado cuando mi mama tomo la decision de que vendríamos a vivir aquí).

En ese momento lo vi de reojo... Alejandro.

SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora