f.o.f; yudo / doyu

08.

Luego de que logras levantarte, siempre hay una recaída.

Paredes blancas.
Olores antisépticos.
Pisos brillantes.
Gente con batas blancas.

Las lágrimas caían por mi rostro mientras Johnny me estrechaba en sus brazos, sabia que el también necesitaba llorar luego de lo ocurrido pero se mantuvo fuerte para sostenerme entre sus brazos.
No fue fácil caer en lo que había ocurrido, era una cruel broma del destino que alguien se destruyera tanto como lo hacía yo.
Ese día algo realmente cambio y supe que no importaba el dolor que tú dejaste, quería vivir.
Quería salir adelante y disfrutar cada segundo por aquellos que perdí en ese oscuro colapso.

Admití que no ibas a volver, que ya eras parte de mi pasado y debía disfrutar mi futuro.

Todo iba bien, hasta una tarde de día jueves. Me encontraba solo en casa, mi cuerpo dolía un poco aún pero la medicina aliviaba mi malestar. Mantenía mi vista enfocada en un documental y el sonido del timbre rompió mi concentración.
No esperaba a nadie, aún así camine hasta la puerta pero ella había alguien que no conocía, no lo había visto antes pero por su aspecto me preocupe.
Tus ojos eran como los míos y tenia una linda sonrisa... pero noté en su mirada que aquel chico estuvo llorando.

"Hola, ¿eres Doyoung? mencionó.

"Si, soy yo. ¿Tu eres?" conteste extrañado notando como poco a poco su labio tiritaba.

"Soy Xiaojun"

Y el momento que el contesto rompiendo en llanto lo supe.

El tampoco sabía.

Que nuestro amado nos quería a los dos.