Carligor week

4-Primera cita

Esto es una continuación de el one-shot llamado "1-Primer beso" de esta misma historia por lo que las aclaraciones son las mismas.
AU escolar
Mención Roni
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Siguiendo lo acordado el día que estaban haciendo lo exposición, la cual salió bien Igor invito al cine a Carlo como su pareja, lo cual nos lleva hasta este momento, el italiano estaba en su habitación lanzando prendas desde su armario a su cama en la que estaba sentado Toni mirándolo con una sonrisa de burla en su rostro, ver a su hermano intentando buscar un outfit decente para su primera cita era de las cosas más graciosas que le habían ocurrido en los últimos años de vida, no tenía pruebas y tampoco dudas de lo que pensaba.

—¡Toni! ¿Me estás escuchando? —El grito de su hermano le sacó de sus pensamientos logrando que fije su vista en el menor. —¿Qué te parece? —Pregunto al ya tener la atención de su hermano en él y las prendas que cubrían su cuerpo. 

Una camisa blanca con las solapas del cuello contra un jersey de color crema, que podia jurar que era del mayor junto a unos pantalones de traje negro y unas deportivas blancas, fueron las prendas elegidas.
—Estas bien, a Igor le gustara mucho como vas ya lo verás. —Se levantó de la cama con pereza y se acercó a su hermano para colocarle bien el cuello de la camisa blanca. —Además sabes que él irá mucho más simple que tú, solo vais al cine ni que fueras a vuestra boda.
—Cállate, ni siquiera me quiero casar, y no sé si me casé con Igor ¿Crees que seríamos buenos en el matrimonio? Si llevamos muy poco tiempo juntos.
—Que si coño que sí, si queréis casaros yo quiero ser el padrino te aviso desde ya. —Mira su reloj de mano y luego a su hermano menor. —¿A qué hora viene?

—A las 6, según el iremos al cine y luego me dará una sorpresa.
—Lleva condones nunca se sabe cuándo hablan de sorpresa. —Le sonríe y da un par de pasos hacia atrás para ver a su hermano bien.
—Ya los llevo en el monedero, Raúl ya me dijo eso aunque no creo que nos acostemos en la primera cita, que tú lo hayas hecho porque tu novio es un guarro no significa que el mío lo sea. —Se mira en el espejo llevando una mano a su cabello y empezando a peinar el mismo.

—Quie tu novio is in guarrio ni significa quie el mío li sea. —Repite Toni burlándose de las palabras que dijo el menor. —Raul no es un guarro además que fue justo el momento perfecto para hacer el amor como él lo dice.
—Sisi como sea. —Sigue peinando su cabello para alejarse del espejo cuando ya está convencido de su peinado. —Ahora a esperar a Igor.
Tras esas palabras Carlo abandonó su habitación bajando las escaleras para sentarse en el sofá de la sala donde días antes había dado su primer beso con el chico que conquistaba sus pensamientos.
Los minutos fueron pasando lentamente para el menor de la familia el cual veía la puerta de su hogar impaciente por qué el timbre anunciando la llagado del ruso sonara, y sonó tras unos veinticinco minutos esperando.
El gambino se puso de pie y abrió la puerta viendo a Igor en el umbral de la misma, el cual portaba un traje negro el cual Carlo recordaba haber alagado hacia algunos meses.

—Tomia para ti. —La mano sosteniendo una rosa hacia Carlo fue el detonante para que esté se enamora aún más si era posible del hombre.
—Gracias. —Tomo la rosa y sonriendo entro en la casa para correr rápidamente a la cocina y tomar un vaso, llenarlo de agua y colocar la rosa en este.
Vuelve a la entrada tras haber hecho lo pertinente con la flor y le sonríe al chico para tomar su mano y salir de él umbral de su casa cerrando la puerta y empezando a andar hacia el cine, lugar de su primera cita.

Mientras hablaban de su día recorrieron esos metros que separaba la casa de los gambino de el cine donde era su destino, al llegar al mismo Carlo tomo su billetera aunque siendo detenidas las acciones por Igor el cual pagó los billetes.
—Está bien pero yo compro las palomitas, nos vemos en la sala Igor. —Le plantó un rápido beso en su mejilla para ir hacia el lugar donde hacían las palomitas y comprar un gran paquete con las mismas.

Tras comprar el paquete de Palomitas el cenizo camino hacia la sala donde donde ya le estaba esperando Igor, el cual sonríendo busco dos asientos para ellos, se sentaron y tras sonreír Igor tomo un par de palomitas para meterselas en la boca esperando que la función comenzara.
La película empezó escasos minutos después, había elegido una de ciencia ficción por petición de el del este cosa que agrado a Carlo y se decidio a verla sin querer discutir eso, lo importante era que estaba con su lindo novio.
Los ojos del ruso no se despegaron ni un momento de la pantalla si lo hubieran echo se habría percatado de los ojos claros de Carlo clavados en su rostro, más específicamente en sus ojos brillantes por la película.

Metió la mano en el paquete de palomitas con la buena suerte que el Gambio había hecho lo mismo instantes atrás, desviando por fin su vista de el film y observando sus manos juntas en el paquete de maíz  consiguiendo un sonrojo de parte de ambos y que alejaran sus manos con rapidez para volver a mirar la película.
El film acabó un rato más tarde, las luces se encendieron y tomando el paquete vacío de palomitas ambos se levantaron, lo tiraron en una de las papeleras y lentamente salieron del edificio mientras Igor hablaba de la película y el italiano le prestaba atención.

Caminaron de vuelta hacia la casa del menor donde antes de tocar el timbre o buscar las llaves en sus bolsillos Carlo tomó las mejillas de Igor y le dio un rápido beso en sus labios.
—Esta cita ha sido perfecta aunque no me haya enterado de la película, tenemos que repetirla ehh. —Dijo el gambino buscando las llaves en los bolsillos de su pantalón.
—Por supuestio que si carlio, con tan buenia compañía la repetirie siempre que quierias.

Una sonrisa pinto los rostros de ambos integrantes de la pareja y rápidamente se unieron en otro beso.
Tras separarse Carlo abrió la puerta de su casa y entró ene la umbral de la misma. —Nos vemos Igor.
—Adios carlio, nos vemos mañania en el instituto.
—Si. —Se despidió con su mano e ingreso rápidamente en su casa para cerrar la puerta de la misma, camino hacia la cocina y tomo la rosa en el vaso para subir las escaleras y entrar a su cuarto donde aún seguía la montaña de ropa en la cama, encogiéndose de hombros dándole completamente igual dejo el vaso sobre su escritorio para mirar  la flor con una sonrisa.

Sin duda su cita había sido perfecta.
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1194 palabras
Demasiado lindo