Olivia
Me desperté con el sonido del despertador, eran las 7.30 a.m. y tenía clases a las 8 a.m., lleggaba un poco tarde, peró me vestí con la ropa que me había dejado preparada la noche anterior y me arreglé como de costumbre, me mire al espejo y llevaba mi pelo negro recojido en un moño bajo desaliñado y mi estilo inusual como siempre unos pantalones anchos de tiro bajo negros, un top naranja fluorescentes y unas bambas Nike Jordan 1 a conjunto con el top.
Baje rápidamente las escaleras de mi casa, ni siquiera desayune. Cogí la mochila y me fui por la puerta directamente para el instituto.
La verdad es que tengo una vida bastante normal dentro de lo que cabe, no me duele pasar nada interesante nunca, siempre estoy con mis amigas de siempre Bella y Shannon, a ellas las conozco desde infantil y también son mis vecinas. Bella es una chica bastante alta, morena de piel y ojos y con pelo rubio oscuro. Shannon, al contrario, es muy blanca de piel, con un cabello pelirrojo natural y unos ojos verdes preciosos. La verdad es que no soy una chica con muchos amigos, más bien conocidos, Shannon y Bella son mis dos únicas amigas de verdad, como comenté antes. Aunque si soy sincera, no necesito una larga lista de amigos, estoy bien como estoy.
Al llegar al instituto me quité mi Walkman y me dirigí a hacer mis primeras clases, fueron tan aburridas como siempre, la profesora de historia, la Sra. Mattu, fue tan aburrida como de costumbre y más aún al explicarnos cosas que luego no salían en los exámenes, así que me dediqué a escribir y a dibujar, como siempre hacía.
A la hora del almuerzo me junté con mis mejores amigas en la cafetería y estuvimos un buen rato hablando sobre los cotilleos actuales y que profesores nos caían mal o que hacían sus clases demasiado aburridas.
Suelo ser una chica un tanto reservada, suelo escuchar más que hablar así que decidí escuchar como ellas me ponían al día y despotricar contra los profesores y alumnos en vez de comentar algo más también, obviamente me interesaba sobre ello, pero yo no me había enterado de nada nuevo.
Al estar acabando la conversación miré mi reloj, las clases empezaban en unos cinco minuto.
—Chicas, voy al baño antes de empezar las clases. — Dije mientras recogía mis cosas de la mesa.
—Hasta luego. — Dijeron a la vez y ellas se quedaron hablando allí, ya las vería más tarde.
Caminando por el pasillo empecé a correr para llegar antes al patio y así poder llegar lo antes posible allí, estaba bastante estresada ya que a la siguiente hor tenía un examen y necesitaba echarme un cigarro. Al llegar a las gradas me senté en la parte de arriba del todo y así poder fumar tranquila y observar a los jugadores de fútbol americano entrenar.
Mientras sacaba mi cajetilla y el mechero escuché un ruido extraño debajo de las gradas, así que bajé para ver que era. No veía nada extraño, así que hice un ademán de subir de nuevo a estas, pero justo volví a escuchar de nuevo el ruido que venía, esta vez, de detrás mío. Sonaban como unas chispas y yo lo relacioné automáticamente con algún portal de los cómics de Dr. Strange. Al girarme apareció un enorme aro de luz en vertical. Justamente como los que había comentado antes de los cómics. A través de ese aro no se podía ver prácticamente nada, así que intenté meter la cabeza para ver si pasaba algo. Justo cuando lo hice, me absorbió por completo, alejándome de mi mundo.
Todo me daba vueltas y no veía absolutamente nada, hasta que aterricé desde el cielo en una calle cualquiera, al levantar la cabeza vi que era mi mismo barrio, en frente de mi casa. Estaba muy mareada, con ganas de vomitar y sin saber qué coño había pasado. Cuando me pude levantar todo parecía cambiado, los vecinos que normalmente estaban en mi calle ya no parecían los míos.La gente vestía de manera un tanto diferente y muchos de ellos veían una especie de artefacto, parecido a un móvil, pero con una pantalla mucho más grande y sin teclas. Vi a una familia entrar en mi casa, pero parecía ser que ya no lo era. Mis padres no estaban, su coche tampoco y a aquella familia no la conocía de absolutamente nada.
No se como explicar lo que me estaba pasando, todo era tan extraño. Hasta parecía que la gente hablaba diferente. Me dirigí hacia el instituto otra vez, no tenía pensado saltarme clase por esto ocurrido y no le dí importancia, me sentía muy distinta pero bueno, todo sigue. Saqué mi cajetilla de cigarros y me encendí uno, tenía de dos tipos, de tabaco normal y algunos con un poco de marihuana y cogí uno de estos esa situación me estaba superando así que necesitaba distraerme un poco. Mientras caminaba hacia el instituto inhalaba y exhalaba el humo del cigarrillo y me sentía mucho más relajada pero cada vez me parecía más rara la gente, como si fueran del futuro.
Al llegar no reconocí absolutamente a nadie, es más los profesores que habían en la entrada no los había visto en mi vida. Estaba muy distraída y confundida por la situación que estaba viviendo. De repente note un golpe en mi hombro, me choque con alguien.
—Lo siento, no te he visto. — Me disculpo de inmediato. Miré hacia arriba y vi un chico guapísimo, era alto, con un cuerpo que parecía muy musculado y ejercitado, unos ojos verdes cristalinos que hipnotizan y una sonrisa perfecta, su cabello estaba despeinado y desenfadado de un color azabache.
—Tranquila, no pasa nada, pero ve con más cuidado la próxima vez. — Dijo él, en un tono de voz más bien bajo.— ¿Eres nueva?
—No... Bueno si... Yo...— Me quedé sin palabras, estaba mareada, desorientada y para qué mentirnos un tanto asustada. Lo miro y veo como él me da una ojeada de abajo arriba. Parece que el chico iba a decir algo más pero antes de que eso sucediera me di media vuelta y empecé a caminar un poco apresurada.
—Ya nos veremos, morena. —Chillo el chico, mi reacción fue girar la cabeza hacia su dirección.
—¿Pero cómo te llamas?—dije yo, a lo que él ni siquiera me respondió, me miró, me sonrió de forma pícara y se fue. Tengo que saber quien es ese chico.
Toda esta situación es muy surrealista, así que decido que voy a volver sobre mis pasos, solucionar mi pequeño problema y luego descubrir quién era ese chico que me ha llamado tanto la atención. Siempre he sido bastante curiosa, pero esta vez lo era aún más.
Un rato después llegué a mi clase, llamé a la puerta y pregunté por la profesora que me correspondía a esa hora, sin embargo el conserje me dijo que la profesora por la cual estaba preguntado, se había jubilado hace más de cinco años y obviamente no se encontraba en el centro.
Ahora si que ya no sabia que hacer, estaba completamente perdida. No tenía donde ir, mi casa ya no era mi casa, mi colegio ya no era mi colegio y no sabía la gente que vivía en la ciudad en la cual me había criado.
Decidí dar vueltas por los pasillos del centro. Buscando por algún motivo al chico con el que me choque anteriormente.
Tras un buen rato buscando me canse y opte por sentarme un rato en la cafetería, ya que apenas había gente la cual podría molestarme.
Estaba sumergida en mis pensamientos, cuando note una presencia tras de mí, aunque no levanté la cabeza para ver quien era, esperé que me dijera algo y así lo hizo.
—Si es mi morena favorita.— Escuché su voz y le mire rápidamente.
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Con el tiempo de por medio.
RomanceLogan, que es el típico chico que puede tener a las chicas que quiera, cuando quiera y de la forma que quiera, conoce a Olivia, una chica sencilla, que tiene un estilo peculiar de hip hop de los '90. Lo que él todavía no sabe es que ella no es de su...