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Kai y SooBin estaban llenando globos con agua, hacía mucho calor y qué mejor que refrescarse con poca agua y de forma divertida.

—¡Amor! ¿Hay más bolsas de globos allá adentro?

—¡No, Soo, ya son todos! —Kai gritó desde el interior del departamento el cual tenía un patio; ahí es donde tirarían los globos.

SooBin dejó los globos llenos dentro de una alberca para ir con Kai quien llevaba un buen tiempo adentro.

—Oh.

SooBin se quedó estático al ver que Kai estaba cambiándose en la sala.

—¡Soo! ¡Shu, Shu! ¡Afuera! —Kai colocó su short y empujó a SooBin, quien tenía sus ojos abiertos.

Nunca había deseado tanto morder y besar esas lindas piernas; blancas, largas y delgadas.

—¡Soo! ¡Déjame cambiarme!

SooBin asintió aturdido sin despegar su mirada.

Y Kai lo notó.

—¿Estás viendo mis piernas, Binnie? —Kai habló en un tono coqueto acercándose a SooBin— ¿quieres jugar un rato en nuestro cuarto?

Las mejillas de SooBin se sonroja Ron cuando vio la cercanía de Kai y negó.

—T-Te espero piernas... no, no... afuera. Sí... te espero afuera —SooBin salió casi corriendo.

Kai rio mientras cambiaba su camisa.

SooBin y Kai habían acabado de jugar desde hace una hora. Ahora estaban recién bañados y acurrucados en su habitación.

—Binnie —SooBin hizo un sonido «mmm»: él estaba muy ocupado abrazando a Kai y casi quedándose dormido con el aroma de su omega—. ¿Hace rato estabas viendo mis personas?

SooBin sintió sus mejillas hervir así que solo se escondió en el cuello de Kai.

—Sí, ¿perdón?

Kai rio negando.

—Creo que está bien.

Kai acariciaba la cabellera de SooBin, jugando con sus mechones.

—Tus piernas son muy bonitas, amor.

Kai se sonrojó.

—Me gustan mucho, creo que nunca te lo había dicho pero son muy lindas.

—¿En serio? —SooBin asintió.

—¿Puedo pedirte algo? —Kai asintió besando las mejillas de SooBin.

—Lo que sea.

—Cuando llegue mi celo... ¿puedo morder tus piernas? —Kai se sonrojó más; nunca creyó que escucharía eso de los labios de SooBin.

—Sí, p-puedes hacerlo.

SooBin levantó su rostro.

—¿Enserio puedo? —Kai asintió aga cuando su rostro, ahora el tímido era él.

—Ya te dije que sí, ahora dame besitos antes de que me arrep-

SooBin comenzó a besar a Kai, posando sus manos en el trasero de este, sintiendo sus lenguas jugar.

Kai pensaba el porqué SooBin hoy estaba más atrevido.

—Mañana es mi celo, amor —dijo SooBin separándose—. Perdón por estar así contigo, soy un descarado.

Kai negó, dejando un beso en la nariz del alfa.

—Me gusta que seas así.

Alfa defectuoso ᥀ SooKai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora