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SooBin removió a Kai: hace unos minutos había entrado en celo y no quería incomodar a su omega con el fuerte olor que desprendía.

—Amor —Kai se removió pero no se despertó, en cambio, se acurrucó en
el pecho de SooBin acercándose demasiado haciendo que el alfa gimiera—... bebé.

Kai abrió sus ojos ante el olor de SooBin. Ronroneó agusto porque sabía
que estaba entrando en celo.

—Mm, ¿Binnie? ¿cachorros?

SooBin frunció el ceño, Kai decía eso cuando estaba en celo pero ahora era su celo no el de Kai.

Tocó su frente y sintió que estaba caliente y sudado.

¿Pero...?

—Amor, ¿estás bien? —SooBin dejó sus instintos carnales de lado, Kai era
lo que importaba ahora.

—¿Podemos hacer cachorritos?

SooBin definitivamente no entendía nada.

«Alfa tonto, Ning adelantó su celo para que nos dés cachorritos»

—¿En verdad quieres bebés, Kai? —este asintió con un puchero abrazando a SooBin por la cintura y casi sollozando en su pecho.

—Q-Quiero cachoritos p-porque NingNing y yo deseamos cuidar d-de una bolita
p-peluda —SooBin besó las mejillas de Kai, secando las lágrimas que
rodaron.

«Sí, sí, sí, Kai, gracias por pensar en mí»

—E-Entonces haremos cachorritos —el alfa dijo con sus mejillas sonrojadas.

SooBin anhelaba tener su primera camada, aún eran jóvenes pero no eran viejos, tenían dinero para mantener a un bebé, al igual que tiempo para él.

—Alfa lo amo mucho.

Kai sonrió y se lanzó a besar los labios de SooBin quien estaba sonrojado, pero aún así llevo sus manos a su cintura colocándolo arriba de él sintiendo como su omega se empezaba a restregar en su miembros.

«Dios me has mirado a los ojos»

Steve dijo ante las reacciones de SooBin.

Cuando SooBin entraba en celo era un poco más relajado, bastaba con unos besos de Kai para calmarse. Mientras que Kai era un poco más caliente, le gustaba provocar a SooBin para obtener unas rondas de buen sexo.

Aunque al final terminaran haciendo el amor porque Soobin era muy amoroso, le gustaba mimarlo.

—Hyung.

Kai sintió como SooBin besaba su cuello, era algo nuevo: ¡su alfa tímido estaba besando su cuello!

Sin querer y sin pensarlo un gemido fuerte salió de sus labios haciendo que el alfa detuviera sus movimientos.

—¿Umm?

Kai negó.

—T-Tú sigue.

SooBin no logró controlarse y en cuestión de minutos ya estaba dentro de Kai sin ninguna protección corriéndose dentro de él, asegurando su próxima y primera camada.

Kai se encontraba recostado abrazando a SooBin quien escondía su rostro en su cuello; estaba avergonzado.

Además de haberse corrido en su interior, lo había marcado, ahora tenían un lazo hecho y mucho más fuerte, estaba muy posesivo con Kai apretandolo contra él pero aún así se sentía apenado por algo que había hecho.

—Está bien, amor.

SooBin lo abrazó más besando con cariño la marca fresca, tratando de sanar la incomodidad que le causaba a su ahora oficialmente omega.

—P-Perdón.

Kai rio negando y abrazando más SooBin sacándolo de su escondite para dejar unos besos en esos rechonchos labios de su alfa.

—No me molesta que hayas hecho eso.

SooBin lo abrazó haciendo que se recostara en su pecho.

—Pero te deje marcas.

—Ya te he dicho que está bien —Kai besó la barbilla de SooBin.

—Es que, Dios, tus piernas son preciosas;  tan blancas y largas, fue imposible
no morderlas y besarlas... —SooBin se sonrojó al escuchar lo que había
dicho.

«Picarón»

«Cállate, Steve»

Kai ronroneó ante los besitos que SooBin le daba, siempre que terminaban de hacer sus cosas, lo mimaba, murmurandole cosas lindas como justo ahora.

—Te amo mi omega de algodón, gracias por aceptar mi lazo —Kai asintió dejándose consentir.

—Gracias por ser mi alfa —SooBin ronroneó contento.

—Te amo mi bebé de azúcar.

—Yo también te amo.

Steve movía la cola contento junto a NingNing; ahora ellos también tenían su
lazo, y aún más felices cuando sintieron que sus dueños esperaban un
cachorro.

Alfa defectuoso ᥀ SooKai. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora